RINCÓN MARADONIANO

EN ESTA SECCIÓN ENCONTRARAS DATOS, FECHA , FRASES RELACIONADAS CON TODA LA TRAYECTORIA DEPORTIVA DE DIEGO ARMANDO MARADONA


CARICATURA EXTRAÍDA DEL SITIO WWW.TARINGA.NET


UN POEMA PARA EL DIEGO


ESTE ES UN POEMA ESCRITO POR ENRIQUE BUGATTI QUE ENCONTRAMOS EN EL SITIO WWW.VIVADIEGO.COM:





MAGO DIEGO


En cada rincón del mundo
habrá un estadio vacío
un niño sin juguete,
cuando sepan que te has ido.
Un arco que siempre espere,
lo sacudas con un gol,
un potrero allá en Fiorito
que añore el verde esplendor.




¿Donde te guardaste Diego
esa magia de tu juego?
¿En que arcón de la memoria
la formula de tu gloria?
¿En que gramilla feliz
gambeteaba el chiquilin
que tu varita tocó
para hacerlo como vos?




Fino mago en Buenos Aires,
Nápoles y Barcelona.
Los domingos niño Dios,
transgresor en la semana.
Te saben ilusionista
los ingleses con razón
porque vieron una mano
donde estaba el corazón.


Enrique Bugatti



EL HOMENAJE DEL POTRO A DIEGO

La MÚSICA también se inspiro en DIEGO ARMANDO MARADONA, y el “POTRO” RODRIGO canto una bellísima canción sobre el ASTRO ARGENTINO que aun hoy en día sigue siendo un himno

FOTO DEL SITIO: DECUMBIA.BLOGSPOT.COM
Letra: LA MANO DE DIOS (RODRIGO)
En una villa nació, fue deseo de Dios,
crecer y sobrevivir a la humilde expresión.
Enfrentar la adversidad
con afán de ganarse a cada paso la vida.
En un potrero forjó una zurda inmortal
con experiencia sedienta ambición de llegar.
De cebollita soñaba jugar un Mundial
y consagrarse en Primera,
tal vez jugando pudiera a su familia ayudar...

A poco que debutó
"Maradó, Maradó",
la 12 fue quien coreó
"Maradó, Maradó".
Su sueño tenía una estrella
llena de gol y gambetas...
y todo el pueblo cantó:
"Maradó, Maradó",
nació la mano de Dios,
"Maradó, Maradó".
Sembró alegría en el pueblo,
regó de gloria este suelo...

Carga una cruz en los hombros por ser el mejor,
por no venderse jamás al poder enfrentó.
Curiosa debilidad, si Jesús tropezó,
por qué él no habría de hacerlo.
La fama le presentó una blanca mujer
de misterioso sabor y prohibido placer,
que lo hizo adicto al deseo de usarla otra vez
involucrando su vida.
Y es un partido que un día el Diego está por ganar...

A poco que debutó
"Maradó, Maradó",
la 12 fue quien coreó
"Maradó, Maradó".
Su sueño tenía una estrella
llena de gol y gambetas...
y todo el pueblo cantó:
"Maradó, Maradó",
nació la mano de Dios,
"Maradó, Maradó".
Sembró alegría en el pueblo,
regó de gloria este suelo...

Olé, olé, olé, olé, Diego, Diego.


LOS CEBOLLITAS es una marca registrada en el MUNDO MARADONA, ya ahí DIEGO empezó a hacer de las suyas.-

Aquí la camiseta de aquel equipo, cuya foto pertenece al hermoso sitio: www.archivo10.com




Los Cebollitas (1970- 1976)



La historia de MARADONA tiene un rico pasado en LOS CEBOLLITAS, en el sitio www.el10.com se refieren asi a ese momento



Se probó en Los Cebollitas el el 5 de diciembre de 1970, paso previo para llegar a las divisiones inferiores de Argentinos Juniors. Un amigo suyo de Villa Fiorito, Goyo Carrizo, se lo presentó al entrenador, Francis Cornejo.






"¿Estás seguro que tienes 10 años?", preguntó Cornejo. Y él no tenía documentos para demostrarlo su corta edad. Era sólo un talento sin edad. Los Cebollitas estuvieron 136 partidos invictos y están en la leyenda.


Cuando Maradona se fue a probar a Los Cebollitas, Cornejo estaba convencido de que era demasiado petiso. El DT se acercó a Diego y le preguntó si estaba seguro que era del sesenta. Y Diego, achicándose todavía más, algo asustado, le contestó que sí, por supuesto. Entonces el hombre le pidió los documentos y él se quiso morir... ¡No los tenía!.


Una vez que toda la familia convenció a don Diego para que lo dejara ir a la prueba en Los Cebollitas, hubo que esperar a que llegara al día clave. Fueron un par de días, nomás, pero a Diego le pareció un siglo. Al fin llegó. Entonces, una banda de niños de Villa Fiorito se tomó el colectivo 28 (el verde, como le decían) hasta Pompeya. De allí, el 44 hasta llegar al complejo de entrenamiento de Argentinos, que se llamaba Las Malvinas. 


Entre todos ellos, había tres pibes, el Diego, el Goyo y Montañita, que no se separaban ni un minuto. Eso sí, cuando llegaron, la decepción fue de todos: llovía tanto, pero tanto, que las canchas no se podían ni pisar... ¡Se suspendía la prueba! ¿Se suspendía la prueba?.






No había sido fácil para Diego llegar hasta allí: el permiso de su padre no valía para siempre, la plata para los boletos de colectivo costaba conseguirla, los entrenadores no tenían tanto tiempo como para andar yendo y viniendo con un grupo de pibes de Fiorito. ¿Habrá pensado Diego todo eso?. La voz de don Francis Cornejo, el entrenador, el descubridor de talentos, el conductor de aquel grupo que empezaba a nacer, lo sacó de su tristeza: "¡Vamos! Todos a la camioneta de don Yayo... ¡Nos vamos a otra canchita!". 


La camioneta era un Rastrojero algo destartalado y don Yayo era José Emilio Trotta, ayudante de Cornejo. La otra canchita resultó ser el Parque Saavedra. Allí se armaron dos equipos. Diego y Goyo entraron, juntos, en la segunda tanda. Si habían sido siempre rivales, no se notó.


Lo que más se notó en la comunicación futbolística entre ellos fue la amistad. Hicieron todo tipo de lujos y un montón de goles. Tantos, que Diego ni se acuerda cuántos fueron. Y aunque parezca mentira, ante semejante demostración, al primera reacción de don Francis no fue la mejor. El hombre pensaba que lo estaban cargando, que ese pibe flaco y bajito, con un montón de rulos en la cabeza, jamás podía tener nueve años.


Algo, la intuición tal vez, le hizo ver a don Francis que no valía la pena hacerse problema. Que lo único importante era que aquel chico siguiera jugando. Nunca imaginó que, poco tiempo después, tendría que ser él mismo el que mintiera sobre la edad de su fenómeno. Y no precisamente en el mismo sentido.






Al fin, Francis tuvo los documentos de Diego. Y más también. Porque si a alguien le tenía confianza don Diego y doña Tota para confiarles a su hijo, ese era don Francis. Así que el hombre lo llevaba a Maradona a todas partes. Hasta a los partidos con niños más grandes, lo llevaba. Parece increíble, pero así fue. Así como los brasileños ponen futbolistas más grandes en los torneos menores, Argentinos apelaba a uno más chico para jugar contra los más grandes.


Una vez, en la cancha de Sacachispas, contra Racing, el partido de los chicos de 14 años estaba duro, cero a cero y no pasaba nada. Francis le hizo una seña al petiso que tenía en el banco y lo mandó para la cancha. 11 años tenía Maradona y dos golazos metió. Chau partido. El técnico rival, que lo conocía muy bien a Francis, se le acercó, asombrado: "Pero, ¿cómo tenés a ese fenómeno en el banco?", le preguntó, sabiendo que Francis erraba pocas veces. "Cuidalo, que va a ser un genio", agregó. Francis sólo sonrió, le dio una palmada y se fue.


Otra vez, en un partido contra Boca, hizo lo mismo. Pero como ya todos conocían el nombre de Maradona, se lo cambió. En la planilla puso Montanya. La cosa es que ese partido estaba todavía peor: perdían tres a cero. Entonces, Cornejo mandó a... Montanya a la cancha. Enseguida hizo un gol, otro más, consiguieron el empate. Y en el último festejo, a los compañeros se les fue la lengua: "¡Grande, Diego!", le gritaron. Y el técnico rival se puso como loco, llegó corriendo hasta donde estaba Cornejo y le gritó: "¡Me pusiste a Maradona, hijo de puta!"


Maradona ya era todo un apellido, aún cuando la primera vez que apareció publicado en un medio se deslizó un pequeño error. Para Clarín, según publicó el 28 de septiembre de 1971, había un pibe con porte y clase de crack que se llamaba... Caradona. No aparecía así en las listas de los partidos de Los Cebollitas, que tenían una formación bastante estable: Ojeda; Trotta, Chaile, Chammah, Montaña; Lucero, Dalla Buona, Maradona; Duré, Carrizo y Delgado. Estuvieron 136 partidos invictos, todos registrados en un cuaderno que guardan celosamente Claudia, y en los últimos tiempos hacían giras por todas partes; hasta en Uruguay y Perú estuvieron. Y la serie se les terminó en Navarro, provincia de Buenos Aires. Pero la historia ya estaba escrita y también anunciaba lo que estaba por venir, tarde o temprano.


AQUEL DÍA QUE EL GORDITO LE MARCO 4 GOLES


Uno de los momentos mas recordados en la VIDA DE MARADONA fueron los CUATRO GOLES que el DIEGO LE MARCO a HUGO GATTI después que este lo llamara gordito pero nada mejor que para reflejar ese momento que recordar lo publicado en su momento por la revista EL GRÁFICO






(NOTAS Y FOTOS  EXTRAÍDAS DEL SITIO: WWW.ELGRAFICO.COM.AR)


Producción: Ignacio Arias y Mauro Gurevich)


Nota publicada en la edición número 3138 de noviembre 1980 de la revista El Gráfico.


MUY BIEN 10, CLASIFICADO
Maradona, con cuatro goles y una actuación deslumbrante sepultó a Boca y puso a Argentinos en la rueda final con la mejor nota.


Carlos Kenny, el preparador físico de Argentinos Junios, dice que: “Tener a Maradona en el equipo es algo así como jugar al chinchón todas las manos con un comodín”. Después del domingo, tomando como medida la actuación de Diego ante Boca, se puede llegar más lejos. Y entonces no es exagerado decir que tener a Maradona en el equipo viene a ser algo así como jugar al truco con 33 de mano y el ancho de espada, o al póquer con cuatro ases. 


Porque a partir de la ventaja sustancial que significa tener a un Maradona en la manga, especialmente cuando sale a la cancha con la obsesión de “romperla” (y eso le pasó el domingo) pierden consistencia y pasan a segundo plano todos los análisis técnicos que se intenten. Llevado al terreno netamente práctico su producción futbolística se resume así:


23’: Remate al arco de “rabona” y la pelota pega en la mano de Hugo Alves (aparentemente no tuvo intención de tocarla, pero el árbitro entendió que al salir con los brazos abiertos buscaba una ventaja de juego). Penal. Diego, a la derecha de Gatti, quien buscó el otro palo. Primero.






42’: Tiro libre desde un ángulo cerrado, con zurda, sorpresivo, al segundo palo, por arriba, “avivada”, mientras Boca no se decidía a armar la barrera. Golazo. (Ah, el foul se lo había cometido Ruggeri a él). Segundo.


48’: Golazo. Recibió un magnífico pase de Pasculli a las espaldas de Abel Alves y cacheteó con zurda sobre la salida de Gatti. Tercero.


75’: Hugo Alves le cometió foul dentro del área porque se iba solo. Es penal, pero Loustau cobra afuera. Tira Diego. Chanfle al palo derecho de Gatti, quien sólo la ve pasar. Cuarto.


Habría que agregar su participación en el gol de Espíndola (Abel Alves le cometió foul a él), dos pases-gol a Pasculli y un par de remates apenas desviados, y habría que sumar toques y cambios de frente y un caño aquí y una gambeta allá y su capacidad para manejar los hilos. O si no, hay que remitirse al juicio de la hinchada de Boca, que aplaudió todos sus goles y se anticipó a sus “colegas” de Argentinos en eso de cerrar la tarde con el grito clásico: “Maradoooooona”.


JUAN JOSE PANNO
Notas: JOSE LUIS BARRIO
Fotos: SPERANZA, GRUBEN, HOROVITZ y FRONGIA




Hace un tiempo atras el sitio www.pagina12.com.ar reflejaba el DEBUT DE MARADONA en primera division aqui lo transcribimos para uds el texto pertenece a ENRIQUE ESCANDE






“Vaya Diego, y si puede tire un caño”
El 20 de octubre de 1976, pocos días antes de cumplir 16 años, entró en el segundo tiempo del partido en el que Talleres venció a Argentinos en La Paternal, con instrucciones precisas...


Por Enrique Escande
Diego Maradona, el mejor, daba su primer paso hacia el estrellato en el fútbol hace treinta años, el 20 de octubre de 1976, cuando debutó en Primera. Era un miércoles y en el modesto estadio de madera de Argentinos Juniors unos 7700 aficionados pagaron la entrada para ver el partido del Campeonato Nacional entre el Bicho y Talleres de Córdoba.


Pocos imaginaron que serían testigos de un hecho histórico y muchos más aseguraron haber estado allí esa tarde de calor agobiante. Sus parientes, sus amigos e incondicionales hinchas del equipo de La Paternal estaban enterados de que, al menos, jugaría unos minutos, porque el técnico Juan Carlos Montes lo había convocado para ir al banco.


Faltaban diez días para que cumpliera los 16 años. Soñaba con ser campeón y jugar un mundial, como lo dijo en una entrevista de Canal 7 (en blanco y negro) cuando asombraba en los torneos infantiles en los que participaba con el equipo de Los Cebollitas, que dirigía su descubridor, Francisco “Francis” Cornejo.


Ganaba Talleres 1-0 y estaba por terminar el primer tiempo. “Montes, que estaba en la otra punta del banco, giró la cabeza hacia mí y me clavó la mirada como preguntándome ‘¿Se anima?’. Yo mantuve la mirada y ésa, creo, fue mi respuesta. Enseguida empecé con el calentamiento y en el arranque del segundo tiempo entré”, comentó Maradona en su libro Yo soy el Diego.


“Vaya, Diego, juegue como usted sabe, y si puede tire un caño”, le dijo el técnico en el momento en que sustituía al volante Rubén Giacobetti. “Le hice caso: recibí la pelota de espaldas a mi marcador, que era Juan Domingo Cabrera, le amagué y le tiré la pelota entre las piernas; pasó limpita y enseguida escuché el ‘Ooooole’ de la gente, como una bienvenida”, recordó el Diez, que ese día tenía puesta la camiseta número 16. 


Ese caño fue el recurso que lo identificó para siempre. Argentinos perdió el partido, pero a muy pocos le importó ese detalle. El país entero comenzó a hablar del pibe de oro y nunca dejó de hacerlo.


Pelusa o Pelusita era el apodo de aquel diminuto malabarista que hasta pocas semanas antes del debut soñado entretenía a los espectadores en el descanso de los partidos que disputaba el equipo profesional del club, haciendo piruetas con la pelota........


MARADONA ES UN GENERADOR CIENTO POR CIENTO DE GRANDES MOVIMIENTOS


CUALQUIER LLEGADA DE MARADONA A CUALQUIER PARTE DEL MUNDO GENERA GRANDES ATRACCIONES.-
Sino basta con recordar lo sucedido a su arribo a CALCUTA ALLA por el 2008


SEGÚN LO PUBLICADO POR EL SITIO: WWW.DIARIODESEVILLA.ES así se refleja la actual visita de MARADONA




Miles de linternas y velas dieron esta madrugada en la ciudad india de Calcuta (este) la bienvenida al astro del fútbol Diego Armando Maradona, que se paseó por las calles de la ciudad ante más de 50.000 personas en un ambiente de carnaval.


El seleccionador argentino aterrizó a la 01.25 hora local (19.55 GMT de ayer) en el aeropuerto internacional Netaji Subhas Chandra Bose de Calcuta acompañado de su novia Verónica, en un viaje de dos días.


"Le hemos invitado porque es una leyenda viva del fútbol. Viene para inaugurar una escuela de fútbol y un complejo deportivo que llevará su nombre", dijo a Efe el diputado Samik Lahiri, que ha gestionado su viaje.


Más de 50.000 personas -algunas de ellas, voluntarios- se congregaron ya de noche en las calles de la capital bengalí y muchas más siguieron la llegada del ex futbolista desde sus casas, que fue retransmitida en directo por los canales locales de televisión.


Nada más aterrizar, Maradona recibió un ramo de flores por parte del ministro de Deportes, Subhas Chakraborty, y se subió en un "minibús" especial de grandes ventanas para que los aficionados al fútbol pudieran tener al menos una visión fugaz de su ídolo.


Entre el público había personas vestidas con la zamarra argentina, mientras que otros llevaban pósters y carteles con frases de bienvenida en inglés, hindi, bengalí y español.


Los seguidores llegaron a correr junto al autobús "armados" con banderas de la India y de Argentina, mientras que hubo quien se marcó unos bailes al son de la música latina entre sonoros gritos de "Diego, Diego" dedicados a la leyenda del fútbol.


Maradona tiene previsto pasar dos días en la ciudad para poner la piedra inaugural de una academia futbolística, visitar el centro de las Misioneras de la Caridad y asistir a una cena solidaria.


Tocado por la emotividad de la agradecida afición calcutí, Maradona llegó a levantarse de su asiento para saludar a los congregados, que intentaban arrimarse al astro más de tres décadas después de la visita de otro gran genio, Pelé.


Los medios indios han caído rendidos ya ante el "glamour maradoniano" y han saludado la llegada del "príncipe del fútbol", que ha logrado reunir en las calles a niños, jóvenes, aficionados y hasta futboleras amas de casa enfundadas en sus tradicionales saris.


Aunque sin el esplendor de antaño, Calcuta sigue siendo la capital futbolística de la India, un país donde el críquet monopoliza la atención deportiva de la afición.


"He estado esperando más de una hora. Soy una gran fanática de Maradona", dijo a IANS la ama de casa Ratna Sen, que había viajado 25 kilómetros para ser testigo de la llegada de Maradona.


"Maradona es nuestro dios. Hasta ahora, sólo habíamos escuchado hablar de él. Sólo con verle en persona ya estamos bendecidos", dijo a la agencia india PTI otro aficionado, adaptando al entrenador argentino la tradición hindú del "darshan" (bendición por contacto visual).


Varios distritos de la región, Bengala Occidental, han organizado pequeñas excursiones hacia Calcuta, por donde circulan hasta balones albicelestes, los colores de la selección argentina, y figuritas de cerámica que representan al futbolista.


"Maradona es un fenómeno. Esta es una gran ocasión. Es la pura pasión por el fútbol la que ha atraído a tanta gente a las carreteras", dijo el ex futbolista indio Prasun Banerjee, entre la multitud.


Más de 5.000 policías, incluida la Fuerza de Acción Rápida y los comandos, estaban desplegados a lo largo de la ruta del convoy de Maradona, en previsión de cualquier incidente inesperado.


Que se sepa, su única intervención tuvo lugar en las cercanías del aeropuerto, donde el personal de seguridad tuvo que actuar contra dos jóvenes que se subían a las farolas para colgar banderas argentinas.



DIEGO EN NOB


EN ESTE POST nos vamos a referir a la ESTADIA DE DIEGO EN NEWELLS DE ROSARIO y nada mejor que lo expresado en el sitio www.tipete.com




La idea fue del Gringo Giusti, pero se le podía haber ocurrido a cualquiera. Con su traje de representante, el ex compañero de Diego en el seleccionado observaba desde la tribuna un partido de Newell´s. En medio del aburrimiento de un partido intrascendente, lo miró a la Tota Rodriguez y le dijo "Este club necesita un golpe de efecto. Y yo conozco a la única persona capaz de dárselo". 


Esa persona era, claro, el apellido mismo del fútbol: Maradona. Parecía el mejor destino. Una ciudad que respira y vive para el fútbol lo esperababa. Todo Rosario estaba pendiente de él. Hasta los hinchas de Rosario Central le perdonaban jugar en Newell´s: "Salvemos a Maradona, la lepra se cura", ironizaban.


Con el entusiasmo de un principiante, comenzó la dieta más estricta de su vida. Bajó 12 kilos, gracias a o por culpa de un chino de nombre casi imposible de recordar, Liu Guo Cheng.
El lunes 13 de septiembre de 1993 el Parque Independencia cobró vida. Desbordaba de ansiedad. Fue una tarde irrepetible. Treinta mil personas estaban a punto de presenciar el milagro. 






Maradona con los colores rojos y negros. Asomó su pequeña figura por la manga y sus piernas no se animaron a coordinar un paso más. Recibió una ovación que lo alentó a levantar tímidamente los brazos. Una pelota se deslizó hacia él, para que haga lo que nadie puede imitar. Ni siquiera eso lo pudo hacer reaccionar. 


Sus compañeros se acercaron con devoción y lo elevaron al cielo. Su sonrisa fue eterna. Igual que en el San Paolo casi un década antes, la gente había ido sólo para verlo hacer juguito.


El indio Solari le daba las comodidades que necesitaba. Ocho años, diez meses y ocho días después volvía a jugar oficialmente para un club argentino y en la Argentina. Fue el domingo 10 de octubre de 1993 en cancha de Independiente, el mismo lugar donde él vio sus primeros partidos de fútbol y admiró las paredes de Bochini y Bertoni.




Regaló todo su entusiasmo y calidad en un par de toques marca registrada. Dejó para el recuerdo una rabona inolvidable que Islas salvó de forma milagrosa. No sería la última.
Aun cuando fue una ráfaga y la historia quedó inconclusa, a ningún hincha de Newell’s se le ocurriría mostrarse arrepentido por haberlo tenido con ellos, aunque sólo fuera por cinco partidos.




LA DESPEDIDA


DIEGO ARMANDO MARADONA TUVO alla `por el 2000 su PARTIDO DESPEDIDA y nada mejor que reflejarla de acuerdo a lo publicado en el sitio:
www.el10.com






El partido homenaje (2001)


La fiesta fue inolvidable, en una Bombonera colmada. Diego jugó para la Selección, que le ganó 6-3 a un equipo de estrellas invitadas especialmente, y anotó dos goles de penal. Al final recorrió la cancha para celebrar con el público. Fue un momento mágico de alegría y profunda emoción entre el ídolo y la gente. A continuación, extractos de las notas publicadas por los medios.


Era un partido homenaje, se dijo, no una despedida. Porque nadie se atreve a matarle el sueño-jugador a Maradona. Y nadie tendría derecho, tampoco. Entonces, a los 41, con los kilos de sobra, con los 4 años de ausencia y con su rodilla izquierda maltrecha, salió a la cancha para alimentar su orgullo —la camiseta de la Selección, la cinta de capitán— y para intercambiar afectos. 


El ponía la aureola de su magia como garantía y los otros la devoción del agradecimiento. Los compañeros de la Selección y algunos de sus amigos que el fútbol le produjo, las Estrellas. Y arriba, 50 mil militantes de la pasión, dispuestos a sentir y a hacerse sentir.




En ese minuto 16 del segundo tiempo se resumió todo el sentido de este homenaje que el fútbol argentino le rinde a su máximo referente de los últimos años. Como tantas otras veces, el 10 definió un toque suave el penal para la Selección. 


Saludó al arquero Higuita, se sacó la camiseta de la Selección y debajo, sobre su cuerpo, apareció la camiseta de Boca para que el público de La Bombonera delirara. Poco después, para aumentar la emoción del estadio, Maradona decidió jugar lo que quedaba del partido con la camiseta de Boca puesta. Y cerró el partido con el sexto gol, también de penal.


Desde el comienzo fue una verdadera fiesta. Una Bombonera repleta, con más 50 mil espectadores, fue testigo de una jornada por demás emotiva. En el arranque, nomás, se escaparon las primeras lágrimas: Maradona ingresó a la cancha con sus hijas, Dalma y Giannina y con uno de sus sobrinos. Detrás del 10 se encolumnaron el seleccionado argentino y el equipo de las estrellas. "Diegoooo, Diegooooo", se escuchó de manera inmediata. 


Diego, con la emoción inocultable, besó a sus hijas y, con alguna lágrima en su rostro, se acercó hacia los palcos, para saludar a su esposa, Claudia, y a sus padres, Don Diego y Doña Tota.




El partido homenaje comenzó poco después de las 16. El resultado, 6 a 3 para la Argentina, fue una anécdota. La Selección abrió el marcador a los 16 minutos a través de Claudio López de cabeza, y las Estrellas igualaron a los 29 con un golazo del croata Davor Suker, que definió de emboquillada sobre un adelantado Burgos. 


Todos sabían (complicidad asumida) que Diego no podría demasiado con la pelota. Todos colaboraron, sin embargo. Todos jugaron para él. Sus compañeros de la Selección (Verón se hizo socio solidario y sostén) lo hicieron participar en casi todas las jugadas, y el equipo rival, armado por el Coco Basile, colaboró con marcaciones permisivas. 


Pero claro, se pudo ver a Francescoli en algún encuentro con Stoichkov o al Pibe Valderrama enganchándose con Riquelme (Román exhibió su timidez ante el reclamo masivo a Bielsa por un puesto para él en la Selección) o con Suker. Cada toque de Diego era festejado. Cada toque. Así terminó la primera etapa.


En el segundo tiempo, a los 5 minutos, Pablo Aimar aprovechó una pelota perdida en el borde del área y con un remate bajo y cruzado puso el 2 a 1. Diego rengueaba. Hasta que Lamolina cobró un penal de Bermúdez a Cruz como excusa para que Diego tuviera la oportunidad. El exótico Higuita ya estaba en el arco contrario. Toque de zurda, suave, a la derecha. 




La magia registrada, a pesar de todo. Y volvió la emoción. Todos lo abrazaron a Diego. Y lo levantaron. Las tribunas enloquecían. Se fue saltando hasta el medio de la cancha. Y, al fin, satisfizo el pedido de la multitud. Si ya había mostrado que abajo llevaba la camiseta de Boca. Siguió jugando con la azul y oro. La explosión que siguió no se puede contar. Castromán marcó el cuarto. Y enseguida Cantoná puso el 2-4.


Fue entonces, cuando se produjo el milagro de la adoración. Diego estaba en el medio de la cancha para reanudar el juego. Desde la cabecera de Casa Amarilla empezó el murmullo y enseguida los leves estampidos de cientos de luces de estruendo. 


Y fue creciendo una ovación impresionante por todo el estadio. Diego se quedó con los brazos cruzados, abrumado por la emoción. El partido se paró. Lo aplaudían compañeros y rivales. Hasta que lo levantaron en andas y lo llevaron hasta el frente de esa tribuna. 


Lloraba Maradona, tiraba besos, se golpeaba el pecho a la altura del corazón. ¿Quién puede ser capaz de describir esa sensación de Diego Maradona, el pibe de la Villa Fiorito que llegó a la cima del planeta, por su amor a la pelota, por la magia de su pierna zurda? Si verlo desde afuera estremece.




Hubo otro gol de Aimar, un descuento de Higuita, de penal. Y otro penal para que Diego cerrara el partido. Pero la fiesta siguió. No debió terminar nunca esa fiesta, la sagrada fiesta del fútbol a su ídolo. Si el reclamo era mutuo. Lo merecía Maradona y lo merecía la gente. 


Diego caminó por el perímetro de la cancha, lentamente, con sus hijas. Lloraba y reía. Quería acopiar en su cuerpo, para siempre, ese amor puro que bajaba desde el cemento. Rogó que no lo olvidaran. Pidió amor al fútbol y que su equivocación —por la que pagó— no manchara a la pelota.
Nada más hacía falta. Sólo agradecerle a Dios el privilegio de haber estado.




La Selección Nacional, dirigida por Marcelo Bielsa, comenzó el partido con Germán Burgos; Javier Zanetti, Roberto Ayala, Walter Samuel, Juan Pablo Sorín; Matías Almeyda, Juan Sebastian Verón, Pablo Aimar, Diego Maradona; Claudio López y Cristian González. Enfrente, en el Equipo de las Estrellas fueron titulares Oscar Córdoba; Ciro Ferrara, Jorge Bermúdez, Iván Córdoba, Carlos Gamarra; Nolberto Solano, Juan Román Riquelme, Carlos Valderrama, Enzo Francescoli; Davor Suker y Hristo Stoitchkov.



NAPOLES LO RECIBIO CON LOS BRAZOS ABIERTOS


La del DIEGO con el NAPOLI es una historia fantástica, hasta increíble por como desato las diferencias entre el NORTE y el SUR DE ITALIA.-


Para reflejar ese momento transcribimos este articulo extraído del sitio: wwww.diariosdelfutbol.com




El 5 de julio de 1984 es una fecha marcada en rojo en el calendario de los napolitanos, situada en importancia casi el mismo nivel que el año 1263, con la creación del Reino de Nápoles, o el mes de septiembre de 1943, en el que las fuerzas del Eje fueron repelidas en la costa napolitana dejando vía libre a los Aliados en su avance hacia el norte en la Segunda Guerra Mundial. Ese 5 de julio de 1984 supuso el comienzo de una de las épocas doradas de la historia moderna de la ciudad del sur de la península itálica.


La llegada de Diego Armando Maradona a San Paolo, tras dos temporadas en el FC Barcelona, se convirtió en un acontecimiento que trascendió lo puramente futbolístico en la ciudad partenopea. Más allá de llevar al Napoli a reverdecer viejos y ya muy marchitados laureles, Maradona logró lo que ni el hincha más optimista habría sido capaz de imaginar hasta aquel momento.


Diego había salido del FC Barcelona de una manera un tanto inesperada. Su grave lesión de tobillo y la posterior sanción recibida tras la agresión del "Pelusa" al futbolista del Athletic Miguel Sola en la final de Copa del Rey del año 84, precipitaron su salida del club azulgrana, justo cuando estaba a punto de dar lo mejor de su carrera. Pero el destino, o quizá el carácter incontenible de aquel joven de 23 años, hicieron que "el Diego" no ofreciera lo mejor de sí en un club grande e histórico como el azulgrana, sino que, empeñado en conseguir el más difícil todavía, lo que consiguió fue hacer grande a un club que, hasta su llegada, no había pasado de un par de trofeos de Copa que se perdían en el recuerdo de los aficionados más ancianos.




Nápoles recibió el traspaso de Maradona a su equipo de fútbol como una bendición caída del cielo. Convertido ya en un ídolo mundial, el "10? fue acogido como un Mesías capaz de llevar al equipo de la ciudad a luchar de tú a tú con los poderosos y casi inalcanzables equipos del norte del país transalpino, de la mitad del país históricamente más agraciada y con una economía más boyante.


El mismo día de la llegada del astro, Nápoles entera se había entregado ya a su nuevo ídolo. Las angostas y húmedas callejuelas, tan típicamente mediterráneas, empezaron a acoger toda una iconografía popular en forma de pintadas y murales dedicados al genio argentino. Aún antes de hacer grande al equipo y de pasear el nombre de la ciudad con orgullo por toda Italia e incluso por Europa, Maradona era ya reverenciado por la bulliciosa y despreocupada población napolitana.


La afición del Napoli enseguida asumió a Diego como un napolitano más. Su origen humilde y su condición de persona que se ha hecho a sí misma entusiasmaron a una hinchada que poco o nada tenía que ver con los encorbatados y adinerados asiduos al Giuseppe Meazza o al Olimpico romano. El sentimiento de identificación con el ídolo era absoluto, lo consideraban ya como uno más de los suyos.






Los éxitos se hicieron esperar. El primer año de Diego en la Campania fue bueno en lo individual (logró 14 tantos y se confirmó como el gran jugador que ya era), pero el equipo no consiguió pasar de la zona media de la tabla. Lo mostrado por el "Pelusa" en esa primera temporada fue suficiente para que el equipo sentara las bases para las que fueron las campañas más gloriosas de sus más de 60 años de historia, las que van de la 86/87 a la 89/90.


Tras el tercer puesto logrado por el club en la 85/86, Maradona llegó al Mundial de México consciente de que estaba ante la gran oportunidad de consagrarse definitivamente como el mejor jugador del mundo. Y no defraudó. Diego aupó a la albiceleste al campeonato mundial, y retornó a Italia con el único objetivo de hacer por fin campeón a su Napoli.


No tuvo que esperar más la hinchada de San Paolo. El club lograba el primero de sus dos Scudettos en aquella temporada 1986/87, con Maradona convertido en el líder indiscutible del modesto equipo del sur y con Ottavio Bianchi en el banquillo. La temporada, en la que el equipo también había participado en la Copa de la UEFA, fue culminada con el triunfo en la Coppa, apenas un mes después de conquistado el título liguero, al derrotar al Atalanta bergamasco por un global de cuatro goles a cero. Era la tercera Coppa para los partenopeos.




La temporada siguiente, en lo que quizá fue el gran lunar de Diego en el Napoli, el equipo no pudo pasar de la primera ronda eliminatoria de la Copa de Europa en la que era su primera participación en la máxima competición continental. La mala fortuna emparejó a los napolitanos con el Real Madrid de la Quinta del Buitre, que se deshizo de los italianos por un global de 3-1, con aquel famoso partido de ida jugado a puerta cerrada en el Bernabéu.


 Exclusivamente centrado en las competiciones nacionales desde prácticamente el comienzo de la temporada, el equipo no logró reeditar el Scudetto, y el título voló hacia el norte, concretamente al Milan de Sacchi y los holandeses, quedando el Napoli en segunda posición en la tabla, posición que repetiría la temporada siguiente, 1988/89, año en el que conquistaría su primer y único título europeo: la Copa de la UEFA frente al Stuttgart alemán, en un equipo en el que ya destacaban como figuras al lado del argentino el defensa Ciro Ferrara o el delantero brasileño Careca.


Las figuras del equipo empezaban a ser tentadas por los grandes del país pero el ídolo, Diego, permanecía fiel al club que le había hecho grande y al que él había hecho grande. Un premio a esa fidelidad mostrada por el astro fue la conquista del segundo y, hasta la fecha, último Scudetto del Napoli. La temporada 1989/90, y ya con Albertino Bigon sustituyendo a Ottavio Bianchi en el banquillo de San Paolo, el club napolitano conseguía su segundo título liguero, su último gran éxito, la última aportación de Diego Armando Maradona para hacer del Napoli un club grande en Italia.




La siguiente temporada, 1990/91, y tras haber pasado por el complicado compromiso de derrotar a la selección italiana en San Paolo, ante su público, en semifinales del Mundial (en aquel partido en el que Goycoechea engrandecería para siempre su leyenda de "parapenalties"), Maradona dio positivo por cocaína en un control antidopaje rutinario practicado el 17 de marzo de 1991, tras un partido frente al Bari. Sería el principio del fin de la leyenda del ídolo. A partir de ahí, la vida deportiva de Maradona cayó en un sinsentido del que a duras penas se puede sacar algo positivo.


A pesar de todo, y dejando de lado su triste y amargo final, la afición napolitana no olvida, ni olvidará a Diego. Él solo los hizo grandes, puso en jaque a los poderosos equipos del norte y dio un nombre al club de la populosa ciudad sureña. Pocas veces un club de fútbol le ha debido tanto a un sólo futbolista.

DIEGO MARADONA Y SUS FRASES


DIEGO ARMANDO MARADONA siempre se destaco por no guardarse lo que pensaba, aquí algunas de sus frases extraidas del sitio www.defrases.com




"Al cartonero Baéz (presidente de Boca Juniors) se le escapó la tortuga."


"Muchas veces me dicen "vos sos dios", y yo les digo "están equivocados". Dios es Dios y yo simplemente soy un jugador de fútbol."


"Hasta ahora he vivido cuarenta años pero que valen por setenta. Realmente me sucedió de todo. De un golpe salí de Fiorito y fui a parar a la cima del universo y allí me las tuve que arreglar yo solo."






"Este equipo (de fútbol) tiene mas vacilaciones que Samanta y Natalia juntas."
"¿Cómo hice el gol? Lo hizo la "mano de Dios"."


"Siempre dije que Chilavert es un buchonazo. Además de todo lo que nos pasa parece que además necesitamos es que un planta-mandioca nos venga a decir lo que tenemos que hacer."


"Bernasconi (el juez) es extremadamente rápido. Tiene la capacidad de colocarle un supositorio a una liebre corriendo."






"A Claudia la vacuno (le hago el amor) todas las noches porque queremos un hijo varón."


"Miren que me han puesto apodos pero "Pelusa" es el que mas va conmigo porque me devuelve a la infancia en Fiorito. Me acuerdo de los Cebollitas, de los arcos de caña cuando jugábamos solamente por la Coca y el sándwich. Eso era más puro."


"¿Yo en contra de los homosexuales? Para nada. Es mejor que existan porque así dejan mas mujeres libres para los que somos de verdad machos."






"Pelé es homosexual."


"Siento como si me hubiesen cortado las piernas."


"Reconozco que la noche me gusta, pero nos gusta a todos, eh. Especialmente a los que jugamos al fútbol porque tenemos mucha facilidad de movimientos con el propio cuerpo y eso nos hace muy buenos danzarines. Ese es el fundamento por el cual a casi todos los jugadores de fútbol nos gusta la noche y el baile. Manteniendo el equilibrio una par de salidas no pueden dañar a nadie pero nunca cambiaría una noche de joda por un partido de fútbol."




"Drogarte te mata y que aniquila. Yo hoy estaría en el jonca "cajón para muertos" si no fuera por Claudia (su esposa)."


"Nunca fui un agrandado y los que me conocen de cerca lo saben En mi vida personal siempre han ido cambiando las responsabilidades y me fueron llegando nuevos problemas y situaciones y tuve que ir asimilándolos. Cuando era un don nadie y tenía actitudes incorrectas no pasaba absolutamente nada. Ahora es completamente distinto pues un gesto o una palabra mía que no le gusta a las personas y salen inmediatamente a decir que soy agrandado porque creen que la fama y el dinero me han cambiado pero esencialmente sigo siendo siempre el mismo."


"Yo conocí el ser pobre y es malo y difícil. No se lo recomiendo a nadie. Se quieren tener un montón de cosas y debemos conformarnos solamente con soñarlas."






"A Latorre (ex jugador de Boca Juniors) lo voy a fajar."


"Solo les pido que me dejen vivir mi propia vida. Yo nunca quise ser un ejemplo."


"Parece que (Daniel) Passarella y (Américo) Gallego se olvidan que tomaron cerveza, vino y algunas otras cositas."


"¿De qué gran capitán me hablan? Con la camiseta de Argentina el Gran Capitán fui yo que gané un mundial en el exterior."




MARADONA Y SUS PRIMEROS PASOS EN EUROPA


Siguiendo el recorrido por la historia de DIEGO ARMANDO MARADONA dentro del universo FUTBOL, vamos a repasar como fueron los primeros pasos de EL DIEGO EN EL FUTBOL EUROPEO.-
Para eso nos remitimos al texto de WIKIPEDIA que hace relacion a los pasos de MARADONA EN EL FUTBOL EUROPEO




Tras su participación en la Copa Mundial de Fútbol de 1982 celebrada en España, en la que la Selección argentina se hospedó en Barcelona, se oficializó la venta al Fútbol Club Barcelona. El club pagó 1.200 millones de pesetas por su pase, aproximadamente el 66% del dinero fue para Argentinos y el resto para Boca Juniors,una cifra importante para la época.


El primer partido oficial de Maradona con el Barcelona fue el 4 de septiembre de 1982, donde, pese a que convirtió un tanto, su equipo cayó con Valencia por 2:1. En diciembre de 1982, habiendo disputado 13 partidos de la Liga y marcado 6 goles, se le detectó hepatitis por lo que debió abandonar los campos por tres meses. Se perdió 14 partidos de Liga y las eliminatorias de la Recopa de Europa, en la que el Barcelona, mermado por su ausencia, quedó eliminado. El entrenador alemán Udo Lattek, con el que Maradona había tenido diversas discusiones,fue destituido, y la directiva contrató como nuevo entrenador al argentino César Luis Menotti.


Maradona reapareció el 12 de marzo de 1983, en un partido contra el Betis, pero el Barcelona no pudo ya aspirar a la Liga y sólo consiguió la cuarta posición quedando a seis puntos del campeón, el Athletic Club. Maradona disputó 20 partidos de liga y anotó un total de 11 goles. Sin embargo, el Barça tuvo un excelente rendimiento en las copas domésticas, ya que el 4 de junio de 1983 ganó la Copa del Rey en Zaragoza frente al Real Madrid por 2:1 con goles de Víctor y Marcos. 




El 26 de ese mismo mes ganó la Copa de la Liga, también frente al Real Madrid, siendo Diego Maradona el autor de un gol en cada uno de los dos partidos de la final. El gol anotado en el Estadio Santiago Bernabéu, y que supuso la victoria barcelonista, provocó la ovación del público madridista, que reconoció la belleza del gol pese a ser marcado por el conjunto rival. A pesar de la baja de 4 meses a causa de la hepatitis, la temporada 1982/83 se cerró bien, con dos títulos, y Maradona considerado una de las grandes estrellas del fútbol español.


La temporada 1983/84 empezó muy mal para Maradona. El 24 de septiembre de 1983 se enfrentaron en el Camp Nou el FC Barcelona y el Athletic Club, en el partido correspondiente a la cuarta fecha de la Liga. Vencieron los locales por 4:0 pero, en el minuto 59, Maradona fue retirado en camilla lesionado y con el tobillo de la pierna izquierda roto (fractura del maléolo externo y del ligamento) luego de una dura entrada de Andoni Goikoetxea.


Maradona fue operado en Barcelona por el doctor González Adrió, y pese a que las primeras evaluaciones diagnosticaron un período de recuperación de hasta seis meses, reapareció sólo tres meses y medio después, el 8 de enero de 1984, cuando contribuyó con dos goles a que el FC Barcelona derrotase al Sevilla FC por 3:1. Al final, Maradona sólo pudo jugar 16 partidos aquella temporada, en los que marcó un total de once goles, por lo que no pudo contribuir a que el Barcelona consiguiera el campeonato: quedó tercero.




Sí pudo contribuir, en cambio, a que el FC Barcelona llegase por segundo año consecutivo a la final de la Copa del Rey. Durante la semifinal, Maradona fue expulsado al ver una tarjeta roja, lo que en principio le impedía jugar la final, sin embargo, la federación española decidió retirar la sanción al argentino. 


Aquella final, sin embargo, supuso el punto final de Maradona en el Barcelona. La misma, disputada en el Estadio Santiago Bernabéu de Madrid el 5 de mayo de 1984, enfrentó al Barcelona con el Athletic Club, el vigente campeón de Liga, con el que los catalanes mantenían una dura rivalidad. El partido suponía el reencuentro entre Maradona y Goikoetxea, el jugador con el cual tuvo el choque que le provocó la lesión. 


La final estuvo rodeada de una gran tensión, tanto en los días anteriores del encuentro, con cruce de insultos, como durante el encuentro. Al final, ganó el Athletic por 1:0, pero lo peor llegó al término del encuentro. Cuando el árbitro pitó el final del partido, Maradona agredió al jugador del Athletic Miguel Ángel Sola. 


Los jugadores de ambos equipos se trenzaron en una batalla campal, con puñetazos y patadas incluidas, ante los ojos de todos los espectadores y de las principales autoridades españolas que estaban en el palco. Tras el escándalo originado varios jugadores fueron fuertemente sancionados: la Federación Española de Fútbol impuso a Maradona una sanción de tres meses sin poder jugar en las competiciones españolas.




Esa sanción que lo alejaba de los terrenos de juego españoles hasta diciembre de 1984, fue una de las razones que empujaron al presidente del FC Barcelona, Josep Lluís Núñez, a aceptar una oferta del Nápoles italiano para traspasar al argentino. También pesó el sentimiento de injusticia que tuvo Maradona ante la sanción, y su hartazgo respecto a los árbitros y las autoridades futbolísticas españolas. 


La sensación del jugador de que la directiva del FC Barcelona no lo había defendido en forma suficiente ante la federación española, aumentó el distanciamiento entre Maradona y el presidente Núñez, que anteriormente lo había criticado por considerar que no cuidaba lo suficiente su vida privada, ya que las salidas nocturnas eran una constante en su vida. Años después, Maradona reconoció en su autobiografía Yo soy el Diego, que su marcha al Nápoles también estuvo motivada por motivos económicos, ya que su entonces representante Jorge Czysterpiller había hecho una mala gestión de sus inversiones económicas.Maradona abandonó el FC Barcelona habiendo jugado un total de 58 partidos y marcado 38 goles.


El periodista Jimmy Burns, en la biografía de Maradona titulada La mano de Dios, reveló la agitada vida privada que Maradona había llevado en Barcelona, donde por primera vez tomó contacto con las drogas. En su autobiografía, Maradona confirma que su relación con la droga comenzó en esa época.


La presentación en el Nápoles fue el 5 de julio de 1984, ante un estadio San Paolo repleto.[33] En la temporada anterior el equipo había evitado el descenso por un punto, por lo que los aficionados estaban entusiasmados por la llegada del jugador. El debut en la Serie A se produjo el 16 de septiembre de 1984 contra el Verona, con una derrota por 3:1. El equipo no encontraba el rumbo, en la primera rueda del torneo sólo consiguió 9 puntos. Sin embargo, en la segunda ronda el equipo se recuperó y consiguió 24 puntos más en la liga ganada por el Verona. Maradona consiguió el tercer puesto en la tabla de goleadores, tras convertir 14 goles.






Con el buen desempeño de la temporada 1984/85, los dirigentes se dieron cuenta de que podían pelear el título, por lo que decidieron mejorar la plantilla contratando a jugadores que habían tenido un buen desempeño, como Claudio Garella y Bruno Giordano. En la temporada 1985/86 el Nápoles consiguió la tercera posición en la liga ganada por la Juventus, logrando un lugar en la Copa de la UEFA. Maradona en esta ocasión convirtió sólo 11 goles. En octubre de 1985, Guillermo Cóppola se convirtió en su nuevo representante, en reemplazo de Czysterpiller.




EL DIA QUE MARADONA JUGO PARA BELGRANO


EL TEXTO PERTENECE AL DIARIO CLARÍN PUBLICADO POR JOAQUIN FINAT 



Habían pasado apenas once días del título mundial en México cuando Diego Armando Maradona jugó para Belgrano de Córdoba en el Estadio Córdoba, hoy llamado Mario Alberto Kempes. Fue en un partido a beneficio del Patronato de la Infancia la noche del jueves 10 de julio de 1986. ¿El rival? Vélez. ¿El resultado? 1 a 1.


En Córdoba se recuerda aquella noche como el reencuentro de Diego con el fútbol luego del 3-2 a Alemania en el Azteca. Hubo más de 20 mil personas y las luces del estadio se apagaron completamente cuando el mejor futbolista del mundo ingresó al campo de juego. Hubo fuegos artificiales y plaquetas para Diego y José Luis Cuciuffo, el desaparecido cordobés del Fortín que también se consagró con la celeste y blanca.


Curiosidades de la histórica jornada: el partido se demoró porque Cuciuffo venía de Bariloche y su avión venía retrasado. El partido, que estaba pactado para las 20.30, comenzó a las 21.22. Otra: Diego utilizó una camiseta celeste más oscura que el resto de sus compañeros.


Del partido en sí hay que decir que Adrián Bianchi marcó para la visita a los 23 minutos del primer tiempo, mientras que Parmigiani igualó para el local a los 23 del complemento. Diego desperdició un penal a los 5 del segundo tiempo. Le cambió el palo al arquero Bartero pero la pelota dio en el poste.

En Belgrano jugaron, entre otros, Jota Jota López, José Luis Villarreal, el Pepe Céliz, Blasón, el arquero Ramos y Jorge Vázquez. En Vélez estuvieron Lucca, Larraquy, Bujedo, Vanemerak, el tucumano Meza, el Turco García, el Coya Gutiérrez y Cuciuffo. Sí, increíble pero real. Pasaron 25 años de un partido que quedará en la historia.