¿qué es la eritropoyetina?

Es una hormona glucoproteinica segregada principalmente por los riñones en los adultos y por el hígado en el feto; actúa sobre las células madre de la medula ósea, su función principal es la regulación de la producción de glóbulos rojos de la sangre y, por lo tanto, de todos los procesos relacionados con la formación de energía por vía aeróbica. La palabra deriva del griego erythros “rojo” y poiein “hacer”, y también se la suele llamar EPO, epoetina y antiguamente hematopoyetina.


Somero esquema del origen de las células presentes en la sangre.

La EPO es producida por tecnología recombinante y es equivalente inmunológica y funcionalmente a la Eritropoyetina humana. Se utiliza habitualmente para tratar las anemias graves que sufren los enfermos renales sometidos a diálisis y los pacientes oncológicos, que sufren este déficit como consecuencia de la propia enfermedad o de sus tratamientos. Fue aprobada para el tratamiento de anemia asociada con disfunción renal crónica y como parte del tratamiento de pacientes con SIDA que presentan anemia, como sustituto de las transfusiones sanguíneas.



La EPO tiene un papel fundamental en el número de globulos rojos

De hecho su principal misión es acelerar el proceso de maduración de estas células, consiguiendo aumentar su porcentaje en sangre. (lo que se conoce como hematocrito). ¿Pero para qué se necesita aumentar el porcentaje de glóbulos rojos?.



Los hematíes, eritrocitos o glóbulos rojos son las células encargadas fundamentalmente del transporte de oxígeno a las células del organismo. Cuando el aporte de oxígeno se reduce, (por que el sujeto está a una gran altura donde la presión del oxigeno en el aire es menor, o padece una enfermedad pulmonar que dificulta la captación de oxigeno del aire) unos sensores no bien conocidos aún estimulan la liberación de EPO desde los riñones, hasta que, al aumentar el número de eritrocitos en sangre, se vuelve a recuperar el aporte adecuado de oxígeno. Los habitantes del altiplano (y en general de los lugares más alejados del nivel del mar) poseen en su organismo un mayor número de glóbulos rojos.



Numerosas enfermedades renales causan anemia

La anemia se produce cuando el hematocrito (el porcentaje de hematíes en sangre) baja por debajo de un nivel que estadísticamente se considera normal (generalmente entre el 41 y 45% según el sexo). Una de los posibles causas es la baja producción de eritropoyetina en el riñón. Esto puede ocurrir en enfermos renales, o en enfermos que reciben medicación por otro enfermedad pero que afecta al riñón. Un ejemplo claro serían las anemias producidas en enfermos de cáncer inducidas por algunos medicamentos antitumorales que resultan nefrotóxicos. Por otro lado, si estas anemias no se recuperan, muchas veces no queda más remedio que recurrir a una tranfusión de sangre, y es muy conocida la falta de donantes de este preciado bien.


Paciente con Insuficiencia Renal Crónica

Por todo ello es sencillo comprender la utilidad en medicina que puede tener la EPO u otras sustancias que tuviesen un efecto parecido. De ahí que es fácil sospechar un fraude en cuanto alguien pretende comercializar algo "parecido" a la EPO.

Qué hace falta decirle al médico antes de empezar el tratamiento

Si está embarazada o bien amamanta a su hijo. Si ha tenido enfermedades cardiacas, cardiovasculares, hipertensión, convulsiones o enfermedades óseas. Y si toma otros medicamentos.

Cómo se debe conservar

Guarde el medicamento en la heladera (entre 2 ºC y 8 ºC). Nunca en el congelador. Saque el medicamento quince minutos antes de tomarlo.

Cómo se tiene que administrar

La EPO se administra generalmente por vía subcutánea, de una a tres veces por semana.



Pínchese cada vez en un sitio diferente.



Cada jeringa es desechable.

Debe comprobar visualmente si existen partículas en la solución o cambios de color. Si es así no utilice el medicamento. Es importante que respete la frecuencia de los análisis de sangre que le haya dicho el médico para comprobar la efectividad del tratamiento y establecer la dosis correcta.

El uso de EPO no condiciona ninguna dieta especial.

Si se olvida una dosis, tómela con la mayor brevedad posible, pero no la doble nunca.

Efectos adversos

Este medicamento se tolera bien. Puede sufrir reacción local en el lugar de la aplicación, cefalea (dolor de cabeza), fiebre, cansancio, dolores musculares, náuseas, diarrea, erupción cutánea, dificultad respiratoria y tos (muy pocas veces). El principal efecto adverso que produce es un incremento del riesgo de complicaciones cardiovasculares si se usa para elevar los niveles de hemoglobina por encima de 13 gramos por decilitro de sangre. Póngase en contacto con su médico si tiene palpitaciones, le cuesta respirar, prurito y erupciones cutáneas o cualquier otra sintomatología de nueva aparición.

Uno de los dopings más conocidos

La EPO es tristemente famosa por los numerosos escándalos de dopaje en los que se ha visto implicada, en especial en el ciclismo, lo que ha hecho que algunos la llamen “droga del ciclista”. La descalificación del ciclista Marco Pantani en 1999 consiguió que el gran público conociese esta molécula. Si bien su precio y los controles a los que está sometida por parte de autoridades sanitarias, hace que sea inaccesible a los deportistas amateur, si que se han detectado en el mercado negro sustancias que dicen imitar el efecto de la EPO... Algo extraño cuando las grandes empresas farmacéuticas están destinando enormes cantidades de dinero para obtener estas moléculas para el tratamiento de diversas patologías...




Un aumento del eritrocito puede ser interesante para el deportista

Durante el ejercicio el músculo necesita mayor aporte de este elemento para producir energía. Por ello podría ser interesante el que el deportista pudiese tener un hematocrito elevado. De hecho, en sujeto bien entrenado, como ha aumentado sus necesidades de oxigeno por ese entrenamiento, se puede observar un aumento fisiológico del número de glóbulos rojos.

El entrenamiento de altura puede aumentar la resistencia del deportista

Sin embargo, cualquier entrenador ha buscado siempre el mejorar este parámetro. La forma más habitual ha sido el entrenamiento en altura. A grandes altitudes la riqueza del aire en oxigeno es menor que a nivel del mar. Por ello el organismo responde secretando EPO y aumentando el número de eritrocitos circulando en sangre. Así la persona que ha estado cierto tiempo viviendo a gran altura puede encontrarse cuando baje a nivel del mar, con una mayor resistencia física ya que su sangre transportará más fácilmente el oxígeno necesario a sus músculos.

Esta es una de las razones por la que muchos equipos ciclistas españoles realizan su pretemporada en Sierra Nevada, los ciclistas colombianos tienen tanta fama de buenos escaladores, o por qué los atletas criados a los pies del Kilimanjaro, en las mesetas de Kenia, ocupan las primeras plazas en las pruebas de fondo de cualquier mundial u olimpiada.

Esta técnica se ha mostrado bastante eficaz y segura. En realidad corresponde a una adaptación fisiológica, realizada lentamente que apenas pone en peligro la integridad del deportista, ya que al aumento de glóbulos rojos aparecen otros cambios que impiden un aumento excesivo del hematocrito y de la viscosidad de la sangre.



Se pueden utilizar los propios eritrocitos para aumentar el hematocrito

Otra forma de aumentar el poder transportador de oxígeno de la sangre es la denominada autotransfusión, o reinfusión de los propios eritrocitos. Esta técnica consiste en extraer, con anterioridad a la prueba, unas unidades de sangre del atleta. (1 unidad de sangre = 450 ml). De esta unidad de sangre se separan los eritrocitos, que se congelan, del resto de los componentes de la sangre que se vuelve a reinfundir al paciente. Poco antes de la competición los eritrocitos congelados se vuelven a transfundir al atleta que aumenta así su hematocrito (se han citado valores superiores al 50%) y su resistencia al esfuerzo.

Hay sospechas de que esta técnica fue usada por deportistas de diversas nacionalidades en las Olimpiadas de Montreal de 1976 y Los Ángeles de 1984.

El abuso de la EPO o la autotransfusión pueden tener graves consecuencias

Si bien la EPO se produce de forma natural en el organismo, su utilización sobre un sujeto sano puede tener graves consecuencias. Al igual que la autotransfusión, la EPO administrada a un sujeto sano incrementa el número de glóbulos rojos en la sangre. Si se combina con la perdida de líquidos causada por el esfuerzo físico el hematocrito puede llegar al 70%. . Esto aumenta la viscosidad de la sangre. Al ser más espesa y viscosa, el esfuerzo del corazón para bombearla por todo el organismo también aumenta, al igual que la posibilidad de que se produzcan trombos. En resumen las posibilidades de que se produzcan fallos cardíacos, trombosis pulmonares o infartos de miocardio o cerebrales aumentan peligrosamente.

Por otro lado, según el profesor Norbert Gorin del Hospital de Saint-Antoine, la EPO también puede favorecer el desarrollo de células malignas que acaben desarrollando algún tipo de leucemia. Debemos pensar que la utilización de la EPO es relativamente reciente y nada sabemos de sus efectos a largo plazo.

Aunque no están totalmente demostradas varias de las muertes ocurridas entre futbolistas italianos y ciclistas que habían corrido el tour se relacionan con el uso de la EPO. Y se ha llegado a afirmar que cuando un atleta está en tratamiento con EPO, está continuamente conectado a un pulsómetro para identificar inmediatamente cualquier problema que pudiera aparecer.



A modo de conclusión

Hay demasiadas evidencias que inducen a pensar que cuando un atleta de élite recurre a estos métodos, lo hace con todo un equipo médico alrededor para evitar cualquier contratiempo. Desde luego no es nuestra intención enjuiciar la ética y moralidad de "esos" profesionales.

Nuestro objetivo ha sido destacar los riesgos de esta práctica para que sean menos los dispuestos a realizarla. Cualquier aficionado debe saber que detrás de cualquier sustancia capaz de aumentar artificialmente el rendimiento físico de un sujeto, existe el riesgo de sufrir reacciones adversas muy graves.

Otra cuestión, también interesante, es la utilización de cuasi placebos por su supuesto efecto sobre el rendimiento físico. En este sentido debemos destacar los resultados de un estudio del American College of Sports Medicine en que resaltaban el alto componente psicológico del deportista que recurría al doping. El atleta (profesional o aficionado) se sugestiona con que ese medicamento va a mejorar su rendimiento y que lo necesita para vencer a otros deportistas que usan compuestos similares. Muchos estudios médicos han demostrado la escasa o nula utilidad de muchos productos ampliamente utilizados en una sociedad, en que incluso para sus hobbies, es cada vez más competitiva.

Por otro lado hay que tener en cuenta que muchas veces, tras el empleo del doping en deportistas aficionados están otros problemas más graves que la simple ansia de mejorar una marca personal. Esto ocurre cuando la práctica del deporte, en vez de ser un fin por si mismo, se realiza de una forma obsesiva para mejorar el aspecto físico, lo que puede estar relacionado con diversos trastornos de la alimentación. Estaríamos entonces ante situaciones patológicas como la anorexia o la vigorexia (las cuales tienen un mismo origen, y deben ser tratadas por especialistas).

A nivel de aficionados, está claro que la práctica de algún deporte proporciona numerosas ventajas. Previene la obesidad y el sobrepeso, mejora las articulaciones y previene los procesos artríticos y artrósicos, mejora la capacidad del sistema cardiovascular, reduce los niveles de colesterol y lípidos en sangre, y reduce el nivel de stress al que se ve sometido el organismo. La vida sedentaria es un factor de riesgo para cualquier enfermedad.