noviembre 12, 2013

LA MIRADA DEL DÌA

LA FANÁTICA DEL MARTES 


JOSE MARÌA GATICA EN EL RECUERDO

EL ARTICULO DE LA REVISTA SUDESTADA

Este es el ARTICULO DE LA REVISTA SUDESTADA sobre JOSE MARIA GATICA que aqui comparto con mis lectores:



Antihéroes
Gatica: Ojos de tigre 

Por: Walter Marini, Diego Lanese



Idolatrado por los más humildes, la vida de Gatica se parece mucho a la de una época del país. Animador de las mejores jornadas del boxeo argentino, su trágica parábola lo llevó de la miseria a la fama, de la gloria al abismo. Historia de un hombre que construyó su vida a los golpes. 


El pibe no dejaba de mirar por la ranura del vagón, por donde entraba un hilito de luz que le iluminaba los ojos, verdes, como de tigre. Miraba sin pensar, apretado contra la puerta del vagón, el campo interminable. 



Trataba de imaginar Buenos Aires, sus calles, pero apenas podía reconocer algunas fotos que había visto en su San Luis natal. No sabía qué le esperaba, pero no tenía miedo. No sabía de sus tiempos de lustrabotas, de pelear por monedas. 



No imaginaba que a las piñas iba a llegar a prender cigarros con billetes de cien, que iba a entrar a los cabarets como un rey, que su nombre sería sinónimo de una época, de un país. Miraba por la ranura sin imaginar que iba a terminar como empezó, deambulando por las calles buscando un mango, humillado, olvidado, arrastrando la miseria hasta que las ruedas de un colectivo acabaran con todo. Nada se imaginaba ese pibe llamado José María Gatica, al llegar a Buenos Aires, ciudad que lo amaría y odiaría como a nadie.



Mitos y verdades

Pocas cosas de la vida del “Mono” Gatica le escapan al mito. Pocas cosas son realmente claras. Se sabe que nació en Mercedes, San Luis, un 25 de mayo de 1925, que llegó a Buenos Aires junto a su familia escapando de un padre violento, que las primeras piñas las dio en la escuela contra los pibes que lo llamaban burlonamente “María”, que alguien lo vio pelear y lo llevó a una misión inglesa, que ahí se ganó sus primeras monedas, que como aficionado se encontró con Prada y allí mismo nació el duelo, que la plata la perdía como la ganaba, que en total hizo 95 peleas, de las que ganó 85 (72 por nocaut), perdió 7, con 2 empates y una sin decisión; que la popular lo amaba, que el ring side lo odiaba, que no se cuidaba, que los mismos que lo aplaudieron lo olvidaron, que terminó sus días en Villa Domínico en medio de la miseria, que se murió en el hospital Rawson un 12 de noviembre de 1963 después de dos días de agonía luego que un colectivo lo pisara a la salida de la cancha de Independiente.





La carrera profesional de Gatica comienza un 7 de diciembre de 1945, con un nocaut a Leopoldo Mayorano. Con Juan Perón en el poder, la figura de Gatica se hace símbolo del “sueño peronista”, de las clases desposeídas, que hacen de ese hombre venido del interior su ídolo indiscutido. Y él responde como puede, haciendo lo que mejor sabe: pelear, y ya no importa que nunca llegue a ser campeón de nada, no importa que en Estados Unidos Ike Williams lo tire a la lona en el primer round, que a su regreso Perón ya no lo reciba, porque él ya es parte de la historia, porque se ganó un lugar en la retina de los humildes, porque el mito ya tenía nombre, apellido y apodo: José María Gatica, el Mono.





Como en tantas otras ocasiones, el personaje se comió al hombre. De Gatica se recuerdan frases ingeniosas (como cuando al estrecharle la mano a Perón le dice “General, dos potencias se saludan”), anécdotas incomprobables y un sin fin de supuestos. Pero nadie sabe bien cómo pensaba ese hombre de temperamento incontrolable y valor infinito. No se encuentran hoy reportajes en los archivos, todo se basa en la tradición oral. Como dice el periodista Carlos Irusta “poco se sabe de él, quedaron sus frases, o la leyenda de que el mismo Perón le pegó una cachetada cuando perdió con Williams, pero nadie puede asegurar que sean ciertas”.






Gatica no tuvo una vida fácil. Su origen marginal lo llevó a formarse en una cultura callejera, la cual se vio potenciada por la fama y el dinero. Le gustaba la noche, perderse en prostíbulos, cenar en los mejores restoranes, vestirse extrava-gantemente, con su bolsillo siempre abierto al despilfarro. Solía pasear por la avenida Santa Fe, comprando zapatos desde su auto. Luego de unas cuadras llegaba a tener diez pares nuevos, y algunos los abandonaba al pie de un árbol. “Algún desgraciado los va a agarrar”, se reía.






En su living comedor había percheros de pared a pared, donde colgaba docenas de trajes, sacos y sombreros. Usaba sacos de piel de camello con sombreros de ala caída, con una flor en el ojal. “Aire, aire”, se quejaba cuando lo rodeaban los curiosos, y se enojaba si lo llamaban simplemente Mono. “Mono las pelotas”, respondía. El dinero era una forma de hacerse respetar, de demostrar que le había ganado al desprecio sufrido durante su infancia. 




Pero poco a poco le fueron sacando todo. Los préstamos familiares que nunca fueron devueltos, los negocios que fracasaron. Una tintorería, un almacén de ramos generales, todo se fue esfumando entre sus dedos. Como en las últimas giras por el interior, cuando los empresarios se aprovechaban de su nombre y le pagaban con lo que querían, que apenas le alcanzaba para pagar el viaje de regreso gracias a contratos que no podía leer por ser analfabeto. Le sacaron todo, el dinero y la dignidad. El 6 de julio de 1956 hizo su última pelea profesional ante Jesús Andreoli en el Lomas Park, nada quedaba de él. Quienes habían esperado para verlo caer, disfrutaron su ocaso.





Aquellos duelos con Prada

Nada igualó en el mundo del boxeo a los duelos Gatica-Prada. La rivalidad estaba dentro y fuera del ring. En el cuadrilátero, por la bravura de los dos peleadores. En las tribunas, por lo que ambos significaban. Gatica era la popular, el pueblo, los de abajo. Prada era el ring side, los pitucos, los de arriba. Pelearon seis veces, dos como aficionados y cuatro como profesionales. Ganaron tres cada uno, con polémicas, golpes bajos, fallos discutidos y demás.




Irusta explica: “No puede haber un gran boxeador sin un gran oponente, por eso su enfrentamiento. Con Prada había un enfrentamiento cultural, porque era un tipo de negocios, muy correcto, de buena ‘verba’. Por lo que uno ha visto en películas, las peleas eran unas carnicerías, otra que boxeo, se mataban a piñas, se odiaban de verdad, y dieron espectáculos tremendos”.




Por su parte, Ulises Barrera sostiene que “Gatica tuvo una sombra negra que fue Prada, que lo dominaba psicológicamente. Prada era otro peleador, un poco más inteligente pero no muy superior técnicamente”. Lo cierto es que esos seis combates fueron históricos. Prada tuvo una ventaja cuando pelearon por el título argentino de la categoría livianos, ya que Gatica no era un peso ligero, no era un hombre de 61 kilos. Él habría sido un peleador bárbaro en 63,500, en welter junior, categoría que aún no existía.



Con el tiempo, el duelo se convirtió en humillación. Con Gatica en la ruina, Prada lo convence para que sirva de atracción en un restaurante de su propiedad. Tiene que mostrarse, que la gente lo vea. Como un mono. Prada gana la última pelea...
(La nota completa se puede encontrar en Sudestada N°34 de noviembre de 2004)

PERON , LOS DEPORTISTAS Y GATICA

HISTORIAS QUE MERECEN SER CONOCIDAS

JUAN DOMINGO PERON tuvo varias historias relacionadas con DEPORTISTAS y especialmente BOXEADORES , aquí algunas de ellas con texto original de DIARIO CRONICA y del PERIODISTA: ROBERTO DI SANDRO :


Edición impresa. En esa ocasión, el boxeador a quien apodaban “El Mono” llegó en un carruaje a Balcarce 50, ante el asombro de todos los empleados y trabajadores de la sede del Gobierno nacional, indica Diario Crónica.
"A mí no me lo contaron"
Por Roberto Di Sandro
PERON, EL GRAN DEPORTISTA
Durante los tres gobiernos de Perón -y más aún en su primera gestión- el líder le imprimió al deporte una energía notable, dándole todos los elementos para estar siempre al tope de cualquier competencia nacional o internacional. Al tres veces mandatario siempre le gustó el box y trajo al país a varias figuras de nivel superior. Se volcó también al automovilismo y a la esgrima, a la vez que nunca dejó de lado al fútbol. De todas maneras, a cualquier evento que surgía para la Argentina o a cualquier individualidad surgida de un club de barrio el gobierno le facilitaba todos los elementos necesarios para proteger el entrenamiento, cuidar la personalidad del protagonista y al mismo tiempo ofrecerle un estímulo en la salud, que se hacía con la participación de verdaderos especialistas.“Siempre tuve como slogan fundamental el cuidado del deportista” dijo una vez el gran estadista, y le imprimió un respaldo total a todo el deporte en sus respectivas facetas. 


Sería largo enumerar cada una de las presencias que estuvieron avaladas por el gobierno peronista, por lo cual, tras dar algunos detalles sintéticos de ellos nos vamos a meter directamente en dos personalidades del mundo pugilístico que fueron sin duda atracciones en el mundo entero y a la vez directos amigos del general Perón. Tuvieron actuación casi en el mismo tiempo, dentro de dos décadas: las del 40 y del 50. Damos sus nombres: José María Gatica y un extraordinario boxeador norteamericano que luego se consagró campeón del mundo: Archie Moore.


 
UN EPISODIO NUNCA CONTADO
 
Un día de mediados de 1949, a las 11 de la mañana, se produjo un verdadero tumulto en la puerta del Balcarce 50, entrada obligada de la gente a la Casa Rosada en aquellos tiempos. Un carruaje del color esperanza, conducido por un paje vestido en el mismo tono, se detuvo y el paje, tras bajar, le abrió la puerta al visitante. Aparece allí José María Gatica. Galera, frac, bastón y zapatos, todos del mismo color: verde. 



Un espectáculo impresionante. Enseguida se suscitó un conciliábulo en medio de los uniformados y custodios de la Casa para decidir si entraba o no. Por supuesto que sí. Ingresó y todos los empleados dejaron sus oficinas para comenzar a aplaudir en medio del asombro. Recorrió por las escaleras el primer piso; subió al segundo en medio de un griterío ensordecedor y volvió al primero. Allí se encuentra el pasillo que conduce a todo el mundo a la presidencia. Recuerdo queOsvaldo Piñero le tendió la mano porque lo conocía de algunas reuniones, y luego hicimos lo propio junto a los demás periodistas. Adentro ya le habían avisado al general Perón que estaba su predilecto del boxeo. En un primer momento no le gustó mucho la cosa, pero luego la aceptó y minutos más tarde ya ingresaba a su despacho.
 


SONRISAS Y DIALOGO

Una vez más aquel saludo de días anteriores volvió a resonar dentro de la oficina presidencial: “Dos potencias se saludan, mi general”, se explayó el Mono. Con su vestimenta hizo sonreír con holgura al gran líder, que, guiñando un ojo a su edecán, no pudo evitar decir: “Es un momento de esparcimiento que me trae, José”. Los periodistas estaban cerca, sin restricciones de ninguna naturaleza. Justamente, Perón hizo llamar a su subsecretario de información y prensa, Raúl Alejandro Apold, para que preparara algunas fotos de esa presencia, como así un álbum especial para regalárselo en su oportunidad al personaje presente. 



La televisión todavía no había aparecido en la Argentina, y los fotógrafos oficiales entre los cuales se encontraba mi padre, Carmelo Di Sandro, junto al director de Fotografía, Emilio Abras, tomaron los recaudos pertinentes para el enfoque desde diferentes ángulos. Quizá los cambios producidos con el tiempo hicieron desaparecer esos testimonios, que lamentablemente no dejaron para la posteridad una imagen de encuentros de esta naturaleza. Apold accedió llevar luego el regalo al propio Gatica. Con respecto a esto, una breve licencia en el relato. Se leyó en estos días un libro donde se adjudica Apold el ser el verdadero “creador” del peronismo o de Perón. Uno, que conoce la historia se mostró sorprendido, junto a otros veteranos del peronismo histórico, y se rescató una reflexión con el respeto que se merece: “Debe haberse equivocado de protagonista, porque al peronismo y a Perón lo creó exclusivamente Perón”. 




Seguimos con la historia de Gatica, que sin duda es sumamente interesante como para que la guarden en sus archivos nuestros lectores. Perón sonrió mucho tiempo durante el diálogo mantenido con Gatica y después le dijo: “Hay que seguir trabajando, José”. Le advirtió así que la trascendente gestión gubernamental debía continuar. Este gran boxeador, odiado y querido al mismo tiempo por toda la afición deportiva, se retiró. Paseó su elegante vestimenta color verde por toda la Casa, subió a la carroza y en medio de una verdadera multitud que cortaba la calle Balcarce, saludando a su ídolo, se retiró. Una historia escondida que sale a la luz, exclusivamente por “Crónica”, en esta sección y contada por quienes fuimos testigos, con detalles únicos.




ARCHIE MOORE Y PERON EN UNA EXHIBICION

Otro gran pugilista que también estuvo en el país fue Sandy Saddler, campeón liviano que le ganó por knock out a Alfredo Prada. Recuerdo que el púgil argentino quedó casi colgado sobre las sogas, justo en el lugar donde se hallaban Perón y Evita, que tenían la impresión de que el nuestro podía aguantar hasta el final, pero la habilidad y los golpes del norteamericano dieron por tierra con el deseo presidencial y de su esposa.




En el camarín, Perón saludó a Saddler y luego hizo lo propio con Alfredo Prada. Perón, vale la acotación, no se perdía un solo sábado en el Luna Park. Después de la muerte de Evita, todo cambió. Sólo recibía a los grandes deportistas en la Rosada o en Olivos. En este caso, la presencia de otro exitoso boxeador norteamericano que vino dos veces a Buenos Aires Archie Moore; la primera en 1951 y la segunda en 1953. Se hizo muy amigo de Perón y almorzó con él en la quinta presidencial de Olivos. 



Nadie sabe -sólo nosotros, por interpósita persona- que en la quinta presidencial se improvisó un ring y en medio de un grupo de gente del gobierno y deportistas, muy pocos, el pugilista del norte hizo una exhibición. ¿Saben con quién? Pues bien, aquí va: con Juan Perón. Sí: el gran líder, amante del deporte de los puños y conocedor de muchos detalles del tradicional deporte, lo había adoptado durante su paso por la carrera militar.




 
LOS ALCAUCILES, “FUEGO ARRIBA Y FUEGO ABAJO”

Por supuesto que los aplausos coronaron el encuentro de ficción donde Archie Moore exhibió siempre su calidad de gran campeón, título que logró después en 1953 ante Joe Maxim, y al regreso a Buenos Aires le regaló la bata del máximo certamen al líder argentino. Pero quedaba algo en el tintero que también es una verdadera perlita exclusiva de aquellos que pudimos ser testigos de hechos como éstos, fuera de cualquier agenda oficial o protocolo.



 Le habían dicho que a Perón le gustaba saborear los alcauciles “fuego arriba y fuego abajo” (así se lo calificaba antaño cuando las comidas se cocinaban con carbón debajo de la cacerola y carbón arriba de la tapa). Salían exquisitos. Nélida de Miguel se los preparó una vez al general. Parece que al boxeador le impactó. Le sirvieron un plato con exquisitas alcachofas combinadas con una salsa especial, lo cual derivó en que pidiera “algunas más”.Nosotros también, porque fuimos invitados a quedarnos. 




Para recordar: en todos estos eventos la mayoría de los mandatarios, siempre que aparecen invitados de esta naturaleza o personalidades del mundo artístico, cabe una invitación a los periodistas a permanecer. Era una gentileza que en los últimos diez años se dejó de lado, como se advirtió, también, la ausencia absoluta de información, que para el cronista es lo más trascendente, porque el fuego sagrado de la profesión supera cualquier indicio de apetito. Un agregado final: estoy recibiendo en mi mail numerosos mensajes de aceptación de todas estas notas que, según expresan, “sirven para enterarnos de hechos desconocidos que no sólo incorporan en el texto cuestiones específicas de política, sino esos matices que muchas veces alcanzan un tono festivo y le dan un color distinto a todo relato de muchos episodios hasta ahora desconocidos”. Gracias por el respaldo. Hasta la semana que viene.
 

A 50 AÑOS DE LA MUERTE DE UN GRANDE

EN EL RECUERDO JOSE MARIA GATICA

Hoy se cumplen 50 años de la muerte de JOSE MARIA GATICA, aqui transcribo para mis lectores el artìculo publicado por el sitio INFOREGION.COM.AR :




Pese a no haber sido campeón del mundo ni tampoco monarca argentino, Gatica fue uno de los máximo ídolos de la historia del boxeo argentino. Murió a los 38 años, al caer de un colectivo cuando salía de la cancha de Independiente, el club de sus amores. Leonardo Favio repasó su vida en un película memorable.



José María Gatica fue uno de los más grandes ídolos del boxeo argentino. Pese a que sus triunfo no le alcanzaron para ser campeón del mundo ni tampoco campeón argentino, el Mono se ganó el cariño del público como casi ningún otro. 



Hoy se cumplien 50 años de su fallecimiento, ocurrido en el hospital Fiorito de Avellaneda a los 38 años. Dos días antes de ingresar en la unidad sanitaria bonaerense había caído de un colectivo de la línea 295 tras salir de la cancha de Independiente, el club de sus amores. 



Nacido el 25 de mayo de 1925 en un humilde hogar de la ciudad de Villa Mercedes, San Luis, en 1933, su madre, acosada por las necesidades de la pobreza, decidió emigrar de Mercedes y junto a su otro hijo tomaron un tren con destino a la estación de Pergamino. Allí la mujer trabajó en tiempos de cosechas para hacerse de unos 200 pesos. Después abordaron otro tren y siguieron a Buenos Aires para radicarse en el barrio de San Telmo. 



El pequeño Gatica se transformó en el "Monito", un chico que de día lustraba botas en las calle porteñas y de noche vendía diarios. Un niño que creció de golpe en un mundo en el que había que pelearla segundo a segundo para no ser devorado por la marginalidad. Así se fue criando ese muchachito tan pícaro como resentido hacia una sociedad que le daba las espaldas y no se preocupa por él. 



El Gatica adolescente se fue haciendo hombre entreverado con guapos, principalmente marineros que se reunían para pelear por plata en la Misión Inglesa, donde combatía por 80 centavos o un peso por día ante rivales que tenían mayor contextura física. Pero ya se advertía a un peleador que poco le importaba que le pegaran, en tanto y en cuanto él podía seguir combatiendo y haciendo sentir sus mandobles sacados desde todos los ángulos, en forma agazapada, como si fuera un cavernícola. 



Después, de la mano del técnico Lazaro Kocsi, saltó a los cuadriláteros y descolló como amateur, hasta llegar a ser el boxeador aficionado mejor pago. Luego vinieron los tiempos del profesionalismo y un año clave en la historia de los argentinos: 1945. Desde entonces, desplegó toda su personalidad discordante, que sembraba amor e idolatría en las populares y odio entre los habitantes del ring side. 


Las noches porteñas tuvieron a un habitué de los cabarets donde fue despilfarrando, quizás a conciencia, todo el buen dinero que se ganaba sudando en el cuadrilátero. Los amores contrariados y las escenas públicas escandalosas lo tuvieron de protagonista, pero siempre aflojó cuando se le cruzaba un niño, una viejita o algún necesitado con la panza vacía. Conoció la gloria y también las derrotas, en especial en los grandes clásicos ante el boxeador rosarino Alfredo Prada, quien hasta su muerte recordaba con emoción los pleitos con el "Mono", siempre acompañados por Perón en el ring side y hasta a veces por la mismísima Evita. 



El 5 de enero de 1951, en el mítico Madison Square Garden de Nueva York, fue noqueado en un round por el campeón mundial liviano, el local Ike Williams, en una pelea sin título en juego. Así hasta que llegó el ocaso deportivo, paralelo a la oscuridad política de la impopular Revolución Libertadora. 



Gatica cayó en el ostracismo, luego en la pobreza y finalmente en la injusta denigración, al punto que hasta se prestó a realizar una parodia en la cancha de Boca ante el catcher Martín Karadajian. Por eso no extrañó que una tarde de noviembre de 1963, cuando salía de la cancha de Independiente, donde vendía muñequitos (diablitos rojos), cayera desde un colectivo y sus ruedas pasaran sobre su cuerpo. Luego, la agonía para expirar días después en una humilde cama del hospital Fiorito. 



Leonardo Favio contó su vida en una película memorable: Gatica, el Mono. "Nunca te perdonaron tus pies descalzos..." había dicho el poeta Alfredo Carlino en su libro Chau Gatica.

LA MIRADA DESDE ADENTRO

FREIXA Y EL BARCELONA DESDE ADENTRO

El diario MARCA  publica frases de TONI FREIXA PORTAVOZ DEL BARCELONA DE ESPAÑA que aquì comparto con mis lectores:



......Tenemos la máxima seguridad de que se recuperará y volverá a rendir como el mejor jugador del mundo. Cuando vuelva, estaremos en disposición de luchar por los títulos. ¿Problema? Ninguno. 



......El equipo es siempre 'Messidependiente', se depende siempre del mejor del mundo. Ese defecto lo hemos mejorado ahora. El equipo tiene otros recursos y está rindiendo a gran nivel".



......"Una lesión es algo que ocurre en el deporte. Es una lesión normal. Las especulaciones pueden idear lo que quiera cada uno. 



......Como club, expresamos total seguridad en que se recuperará"



......"Nuestros servicios médicos siempre supervisarán el proceso de Messi. Pero él también puede añadir otro asesoramiento. 



.....Es normal que él lo pida, es su voluntad, es lo que ellos quieren y tengan confianza"



......"La renovación de Iniesta va por su camino. Cuando tengamos algo definitivo, lo comunicaremos pero las cosas necesitan su tiempo. 



.......No hay plazos marcados para cerrar las renovaciones".


........(sobre Zubizarreta)  "Es una renovación beneficiosa para el equipo. Objetivamente el trabajo de Zubi es incontestable aunque entendemos que pueda haber socios que discrepen subjetivamente.


...... Es un gran profesional y está haciendo un excelente trabajo"

¿QUIEN GANARA EL BALON DE ORO?

LAS ENCUESTAS DE SKY LO DAN GANADOR A RONALDO

El sitio AS publicò un artìculo en relacion a la encuestas de SKY sobre quien ganara el BALON DE ORO que aquì comparto con mis lectores:



Leo Messi tuvo durante el pasado verano la agenda llena de compromisos, tanto con el Barcelona como a nivel personal, con diversos actos y partidos amistosos. Esto significó una falta de descanso que ha hecho mella en su estado físico. La distancia recorrida por el delantero corresponde a dar tres vueltas a la Tierra a la altura del Ecuador.


En sólo 64 días, el delantero hizo un total de 122.333 kilómetros, 90.483 de los cuales fueron ajenos a las obligaciones azulgrana. A finales de junio, Messi visitó el continente africano para llevar a cabo acciones solidarias. Y sin descanso alguno se dirigió a diversos países sudamericanos y a Estados Unidos para disputar la gira de Los amigos de Messi contra el Resto del Mundo, unos partidos que se alargaron hasta mitad de julio. Todo combinado con actos publicitarios en ciudades como Milán.


Luego llegó el Barcelona. Los entrenamientos de pretemporada y la gira asiática. Esta vez, Messi cambió los escenarios africanos y americanos por Europa y el sudeste asiático. Los azulgrana se desplazaron a Múnich para verse las caras con el Bayern de Guardiola, y posteriormente viajaron a Noruega, Polonia, Tailandia y Malasia.


Lesiones. Durante la pretemporada parecía que el crack argentino estaba recuperado de la lesión que sufrió a finales del curso 2012-13. Fue el pichichi del Barça en los cinco partidos que disputó, con cinco tantos anotados.


Pero no tardó mucho Messi en caer lesionado tras tanto ajetreo veraniego. El 21 de agosto, en la ida de la Supercopa, se retiraba al descanso con molestias en el muslo. Posteriormente se confirmó que sólo se trataba de un hematoma. Apenas un mes después sufría una lesión que le alejaba tres semanas de los terrenos de juego, haciéndole perder partidos no únicamente con el Barça sino también con la selección argentina.

LA RUTA DE MESSI

LO QUE HAY QUE SABER DE LIONENL

El sitio AS dio a conocer en detalles lo que fue el trajín de MESSI en este 2013 que aqui comparto con mis lectores:



Leo Messi tuvo durante el pasado verano la agenda llena de compromisos, tanto con el Barcelona como a nivel personal, con diversos actos y partidos amistosos. Esto significó una falta de descanso que ha hecho mella en su estado físico. La distancia recorrida por el delantero corresponde a dar tres vueltas a la Tierra a la altura del Ecuador.


En sólo 64 días, el delantero hizo un total de 122.333 kilómetros, 90.483 de los cuales fueron ajenos a las obligaciones azulgrana. A finales de junio, Messi visitó el continente africano para llevar a cabo acciones solidarias. Y sin descanso alguno se dirigió a diversos países sudamericanos y a Estados Unidos para disputar la gira de Los amigos de Messi contra el Resto del Mundo, unos partidos que se alargaron hasta mitad de julio. Todo combinado con actos publicitarios en ciudades como Milán.


Luego llegó el Barcelona. Los entrenamientos de pretemporada y la gira asiática. Esta vez, Messi cambió los escenarios africanos y americanos por Europa y el sudeste asiático. Los azulgrana se desplazaron a Múnich para verse las caras con el Bayern de Guardiola, y posteriormente viajaron a Noruega, Polonia, Tailandia y Malasia.


Lesiones. Durante la pretemporada parecía que el crack argentino estaba recuperado de la lesión que sufrió a finales del curso 2012-13. Fue el pichichi del Barça en los cinco partidos que disputó, con cinco tantos anotados.


Pero no tardó mucho Messi en caer lesionado tras tanto ajetreo veraniego. El 21 de agosto, en la ida de la Supercopa, se retiraba al descanso con molestias en el muslo. Posteriormente se confirmó que sólo se trataba de un hematoma. Apenas un mes después sufría una lesión que le alejaba tres semanas de los terrenos de juego, haciéndole perder partidos no únicamente con el Barça sino también con la selección argentina.