QATAR Y LA MONARQUIA
ESTE ES EL INFORME DE "CLARIN" SOBRE LA MOONARQUIA QUE RIGE EN QATAR, ALGO A LO QUE SE LE DEBE PRESTAR ATENCION DE CARA AL COMIENZO DE LA COPA DEL MUNDO DEL FUTBOL:
Como en otros países de la región, el poder está en manos del emir, y la Sharia, la ley islámica, rige gran parte de la vida cotidiana. Entonces, para quienes estén por viajar para alentar a la Selección o para quienes seguirán los partidos por televisión les conviene saber: en Qatar hay una monarquía, ¿cómo es la vida en este tipo de régimen?
Protectorado británico desde 1916, Qatar obtuvo la independencia el 3 de septiembre de 1971. Desde entonces, Qatar está gobernado por la familia Al Thani y el trono se transmite de padres a hijos varones. En 2013, el jeque Tamim bin Hamad bin Khalifa Al Thani accedió al trono luego de la abdicación de su padre, el Jeque Hamad bin Khalifa Al Thani.
En 2003 el país aprobó una nueva Constitución que, en teoría, garantiza la división de poderes y contiene un catálogo de derechos y libertades para los ciudadanos qataríes. Entre ellos, se destacan la no discriminación, la igualdad, la prohibición de la tortura, la presunción de inocencia y, también, el respeto por el orden público moral y las costumbres locales.
Una de las modificaciones más importantes establecidas por la nueva Constitución es la composición de la Shura, o consejo consultivo. Hasta 2003, el emir designaba a sus 45 miembros. Ahora, 30 de ellos son elegidos directamente por los ciudadanos.
La primera elección de la Shura se concretó recién en octubre de 2021, a un año del Mundial. Entonces, hubo 183 candidatos individuales, porque en Qatar no existen los partidos políticos. Solo pudieron votar los qataríes cuyos abuelos habían nacido en el emirato.
La Shura puede proponer leyes, aprobar el presupuesto y hasta revocar el mandato de los ministros. Sin embargo, el emir tiene el poder de veto sobre todas sus decisiones, lo que le garantiza una gran cuota de poder.
Jefe del Estado y comandante de las Fuerzas Armadas, el emir cuenta con el Consejo de la Familia Gobernante y el Consejo Superior de la Magistratura, con funciones judiciales. El emir tiene gran injerencia en ambos consejos, además de nombrar al primer ministro y al resto del gabinete.
Además de votar a 30 integrantes de la Shura, los qataríes pueden elegir a los 29 miembros del Consejo Central Municipal, desde 1999. Los 2,9 millones de habitantes viven en un territorio de 11.600 km2. La gran mayoría se concentra en la capital, Doha, y sus alrededores. El 88% de los habitantes proviene del extranjero.
Como Qatar tiene el 13% de las reservas petrolíferas del mundo y escasa población, ostenta una renta per cápita de US$ 94.000, una de las más altas del mundo. Sin embargo, como su principal recurso natural no es renovable, el país está empeñado en desarrollar el sector de los servicios.
El gobierno de los Al Thani garantiza educación y servicios de salud gratuitos para sus ciudadanos que, además, no pagan impuestos ni por el suministro de agua o electricidad. Sin embargo, según Amnistía Internacional y el diario británico The Guardian, las obras para el Mundial dejaron al descubierto las condiciones en las que trabajaban los inmigrantes que llegaban desde Bangladesch, India o Nepal.
Muchos de ellos denunciaron trabajar hasta 18 horas por día, ser obligados a soportar temperaturas de hasta 50 ºC o no percibir sus salarios a tiempo (algunos informaron cobrar solo US$ 200 por mes). Según The Guardian, unos 6.500 obreros murieron durante las obras del Mundial.
Además, hasta 2020, no podían cambiar de empleo por voluntad propia. Y aunque el gobierno estableció un salario mínimo, aun permanece la prohibición de formar sindicatos. El sistema conocido como kafala (o patrocinio) fomenta los abusos de los empresarios. En este país tradicional, la libertad al estilo occidental no es moneda corriente. Las mujeres tienen menos derechos que los hombres, según Amnistía.
Ellas deben permanecer bajo tutela masculina, lo cual las obliga a pedir permiso, por ejemplo, para casarse, viajar al extranjero en ciertas situaciones o conseguir trabajo en el Estado, en especial, si tienen menos de 25 años.
Por cuestiones religiosas, está mal visto mostrar hombros y rodillas, tanto en el caso de las mujeres (no pueden usar faldas cortas, vestidos, remeras o pantalones ajustados) como de los hombres (no pueden usar bermudas ni remeras sin mangas). El uso de trajes de baño, como el bikini, está limitado a algunas playas y a las piscinas de los hoteles de lujo.
En público hay que evitar las muestras de afecto, como besos y abrazos. Tampoco se puede tomar alcohol, restringido para algunos hoteles de lujo (la FIFA intenta que sea permitido dentro de los estadios, durante los partidos). Las relaciones homosexuales están contempladas en el Código Penal, que impone penas de hasta siete años de prisión.
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