Sin quererlo, Paulo Grafite y Leandro Desábato se hicieron famosos por el incidente que protagonizaron anteanoche. El jugador brasileño reconoció: "Quedé impresionado con la dimensión que tomó el asunto. Si esto puede servir para poner punto final a todo lo que está pasando con relación al racismo en el fútbol, entonces, está bien".
Luego del entrenamiento de ayer de San Pablo y ante varios medios de prensa, agregó: "Yo reclamé por mis derechos como ciudadano. Ellos (los directivos de Quilmes), mandaron una carta pidiendo disculpas al San Pablo (por el partido en la Argentina, donde Grafite también denunció insultos racistas de hinchas y rivales). Pero esta vez, dentro de nuestra propia casa, no lo podía dejar pasar. El vaso se desbordó".
Grafite tuvo un amplio apoyo de los organismos gubernamentales de su país. "El grave incidente ocu- rrido es un paso más en la escalada de prejuicios y discriminación en los estadios de fútbol del mundo", dice una nota conjunta del Ministerio de Deportes y de la Secretaría de Promoción de la Igualdad Racial.
• La versión argentina. Gustavo Alfaro, entrenador de Quilmes, dio su versión sobre los hechos: "Nos sentimos mal porque nos han llevado a un ámbito que trasciende lo deportivo. Nos acusaron de tener actitudes racistas, lo que no es cierto. Uno está sintiendo una gran discriminacion por el hecho de ser argentinos y creo que han montado una obra de teatro", expresó el DT.
Alfaro indicó que hubo gente en Brasil que preparó el terreno para que esto sucediera: "Todo el clima fue preparado por un periodista llamado Galvao, que dijo frases como que a este equipo racista, por nosotros, tenían que ganarnos 10 a 0 y darnos un baile para confundir la samba con el tango", contó.
Daniel Razzetto, titular de Quilmes, se enojó: "Es una vergüenza. Desábato está incomunicado como si fuera el asesino serial de negros de Massachussets, cuando en realidad es un pobre muchacho que tiene a la mujer embarazada sufriendo en Buenos Aires".
Daniel Passarella, técnico de Corinthinas, expresó: "Los argentinos no somos racistas. Hay muchas colectividades extranjeras en la Argentina, incluso la brasileña, y creo que la mentalidad del país no es racista".
Finalmente, Diego Maradona, también opinó: "No puede ser que Quilmes quede como el malo de la película, cuando en una cancha de fútbol siempre se dijo cualquier barbaridad. Grafite no es el primero ni el último al que insultan."
EFE / Reuters
Apuntes Un problema repetido
En 2002, Diego, jugador de Santos y una de las nuevas figuras del fútbol brasileño, fue acusado de racismo por futbolistas de Corinthinas. "Nos llamó monos. Discriminó a nuestra raza y nos ofendió", dijo Renato. No hubo sanción para Diego.
Encuesta dividida
El diario Lance!, de Brasil, realizó ayer una encuesta sobre el caso Desábato, y consultó si había sido correcto encarcelar al jugador. Sobre 11.000 votos, el 51,99% se mostró en favor y el 48,01% en contra.
Leoz: "No jugará más"
Nicolás Leoz, el presidente de la Confederación Sudamericana, afirmó: "Tomaremos las medidas necesarias para sancionar a Desábato. Es un hecho lamentable que no será aceptado por esta Confederación. No jugará más la Copa Libertadores".
Grondona: "Exagerado"
Julio Grondona, presidente de la AFA, comentó sobre lo sucedido en San Pablo: "Es un hecho desgraciado que no ocurría desde hacía mucho tiempo entre la Argentina y Brasil. Para unos es muy grave, y para otros no lo es. En mi opinión es una exageración".
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