diciembre 01, 2011

LEGNANI Y SU GRAN EDITORIAL

UNA EDITORIAL PARA REFLEXIONAR


CARLOS ALBERTO LEGNANI escribió UNA muy buena EDITORIAL sobre lo que esta SUCEDIENDO en el AUTOMOVILISMO ARGENTINO en la REVISTA CAMPEONES que aquí transcribimos para nuestros lectores




Editorial: Por Carlos Alberto Legnani.




SERES, A TOMAR CONCIENCIA


Se suceden los días, las semanas, y lamentablemente continuamos escuchando lo que tantas veces retumbara en nuestros oídos tras el fallecimiento de un piloto: los lamentos. Pero no hay ninguna solución que marque que se están tomando las cosas con la seriedad y el respeto que se merecen quienes han inmolado sus vidas como hace quince días lo hizo Guido Falaschi.


La fatalidad juega un rol importante dentro del automovilismo pero hay que combatirla con medidas de seguridad. Con la severidad que debe regir la elección de cada uno de los circuitos... Las banquinas siguen con falencias, en muchos casos descalzadas. La tierra aflora y no permite ver, cuando un auto se despista. Todas estas cosas las venimos viviendo desde hace muchísimos años; hablamos, pero no tomamos medidas...


Los pilotos, sobre todo los más veteranos, a quienes en su mayoría no se los ha escuchado hablar aún sobre el accidente de Balcarce, tendrían que dialogar seriamente con cada una de las categorías. Quienes sí han expresado han sido los más jóvenes, que a pesar de que dejan todo en la pista por su ímpetu de juventud, arriesgando en maniobras el roce sin pensar en las consecuencias, ya conocen los riesgos a los que están expuestos... Pero estos chicos deben ser guiados por la vasta experiencia de los mayores. Me agradaría mucho escuchar la opinión de los experimentados sugiriendo soluciones para evitar, dentro de lo posible, seguir llorando amigos perdidos dentro de una pista. Es la hora de hacer docencia. En serio.


También, desde ya, a las dirigencias hay que llamarles la atención. Con el mayor de los respetos pero con la propiedad que me da el haber participado periodísticamente del automovilismo desde hace 53 años, no sé si seré bueno, malo o mediocre periodista pero tengo experiencia y pienso que la puedo volcar, solicitándoles que no se habilite un solo circuito que no esté con el 100% de las medidas de seguridad que exige el reglamento FIA. Además, les pido que hagan una apertura en sus categorías, que reciban opiniones de aquéllos con experiencia y que no sirva eso para tomar represalias hacia quienes no piensen igual a los dirigentes de turno... Y esto es para las categorías en general: hay que tomar más en serio las cosas, hay que decirles a todos aquellos dirigentes y fiscalizadores que hayan cumplido un ciclo, que dejen paso a los líderes jóvenes, que aportarán su juventud con experiencia a las innovaciones que requieren urgentemente todos los trazados de Argentina. Sabemos que se trabajó y adelantó mucho, pero no todo lo necesario. También solicito, con el mayor de los respetos, que se separe el automovilismo de la política y del mero negocio.


Hay mucha gente que vive del automovilismo, que lo hace con decencia, trabajo, seriedad y respeto por el prójimo, pero también hay cosas espurias... Debemos eliminarlas definitivamente para tener transparencia dentro de este deporte. Me agradaría ver soluciones, no seguir escuchando a aquéllos que opinan de acuerdo con los intereses creados de su propio sector, y que se trabaje mancomunadamente entre todas las categorías y las dirigencias que tienen la inmensa responsabilidad de regir nuestro automovilismo pero fundamentalmente, de preservar la vida de los pilotos. Así como también pedimos más respeto por el público, el que aporta su dinero y entusiasmo para que esto siga.


Me gustaría que lleguen las soluciones, que no tengamos que lamentar más muertes ni accidentes evitables aun después de emparches de emergencia como los ocurridos por ejemplo el fin de semana anterior en Comodoro Rivadavia. Lo digo de corazón, con los sentimientos de padre, de abuelo y de alguien que ha desgarrado su corazón en más de una ocasión con la partida de amigos, de ésos de muy buena madera y que lo único que hacían era correr, ir detrás de la velocidad, y pagaron tributo a esa pura pasión...


Llegó el momento de hacer un alto y buscar soluciones reales para este automovilismo. Escuchar a todos. No hay que tenerle miedo a nadie, es cuestión de tener claro en la conciencia de cada uno la responsabilidad que le cabe; nadie es más que otro por más que ostente un título o un cargo...


Aquí somos todos iguales, queremos vivir en democracia pero para ello hay que ejercerla mostrando la posibilidad de que todo el mundo, aunque piense distinto, puede ser atendido y ante una misma mesa, encontrar cohesión, coherencia entre fiscalizadores, soluciones, sin que nadie se sienta perjudicado. Quiera Dios que no tengamos más, que ocuparnos de estas cosas.


Reitero mi pedido de más atención dentro del respeto que todos nos merecemos por igual porque todos venimos del vientre de una madre y todos terminamos en manos de Dios, como han acabado tantos pilotos, acompañantes, dirigentes y aficionados; como aquél de quien todavía seguimos llorando su muerte impune la de un chico de 22 años al que lo único que le gustaba era la velocidad, conducir autos de carrera, y que tenía todo aquello que implica la buena familia, pues era un respetable y honorable joven de nuestra sociedad.

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