La Partida del FLACO SPINETTA sigue dando que hablar y esta es una muy buena columna de ALEJANDRO GRECO en el SITIO PLAYFUTBOL.INFOBAE que aquí transcribo para mis lectores
FOTO: MUSICASOCIEDADYMEDIOS
Original y exquisito poeta, dibujante, cocinero, guitarrista, pintor, gran hijo, cantante, mejor padre, "gallina" hasta los dientes. Pero fundamentalmente, "derecho" como la General Paz. Esquivó las notas, los escándalos, los hits. Por elegancia, renunció a todas las cosas que el sistema ofrece como símbolos del éxito. Lisa y llanamente, se cagó en todo eso. Bendito seas "Flaco". Nos vemos, buen viaje
Se va Luis Alberto Spinetta, como su ya mítica Laura. Se va a vivir al barrio que hay detrás de las estrellas, con los puños llenos de verdades y la conciencia tranquila. Se va huyendo de los lugares comunes (como las decenas que habrá en esta nota), del tonto estigma del rock star, de la trampa del confort. No tenía 20 años cuando un sello discográfico, en el origen del Rock Nacional en 1969, le ofreció grabar su primer álbum con Almendra y él se plantó: o en la tapa salía el dibujo que había hecho con sus propias manos o no había disco. Cualquiera en su lugar se hubiera bajado los pantalones hasta el piso con tal que lo editaran. El Flaco no. La marca en el orillo de un genio del arte y un campeón de la ética (y la estética).
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Poeta, dibujante, cocinero, guitarrista, pintor, gran hijo, cantante, mejor padre, "gallina" hasta los dientes. Pero fundamentalmente, "derecho" como la General Paz. Esquivó las notas, los escándalos, los hits. Renunció a todas las cosas que el sistema ofrece como símbolos del éxito. Lisa y llanamente, se cagó en todo eso. Y lo dijo, cada vez que quisieron escucharlo. Los grandes medios que lo ignoraron olímpicamente durante 42 años de carrera artística, trataron de perforar su armadura hecha de dignidad por distintos caminos, hasta que se rindieron y prefirieron dejarlo en el olvido. Excepto por esa foto que la sacaron hace poco, agonizando de pie.
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Esos mismos grandes medios, que ahora lo necesitan porque la muerte vende y los muertos no se pueden defender, buscan en el archivo y todo lo que encuentran son entrevistas por la causa de la seguridad vial, o en contra de la minería a cielo abierto, o recitales y lanzamientos de discos. Es decir, un compromiso ético o arte químicamente puro. Al mismo tiempo que el "Flaco" decidió irse -porque a esa clase de sujetos el destino los consulta antes de tomar semejante decisión-, el Gobierno de la Ciudad homenajeaba a Valeria Lynch...
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En ocasión de salir con una modelo famosa y mucho menor que él, las horrorosas revistas de actualidad comenzaron a asediarlo. En vez de dar extensos reportajes sobre cómo era el amor de un cuarentón largo con una hermosa chica de 20, y así de paso vender más discos, el Flaco se colgó un cartel enorme que rezaba: "Lean libros, no revistas". Ja.
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Admirado y querido por todos, desde Charly García, pasando por Mercedes Sosa, hasta el último músico argentino.
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Spinetta nunca fue un fenómeno popular. Pero tuvo siempre un público cautivo, que hace casi dos años llenó la cancha de Vélez para festejar sus 40 de carrera en un recital que se llamó: "Spinetta y Las Bandas Eternas". Allí se recrearon temas de Almendra, Pescado Rabioso, Invisible, Spinetta Jade, Los Socios del Desierto y algunas de sus múltiples etapas solistas.
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En medio de esa noche mágica, que duró casi cinco maravillosas horas, Luis hizo una versión despojada de "Muchachas de Ojos de Papel", parado en la orilla del escenario junto a los otros tres integrantes de Almendra, amigos suyos desde la adolescencia, y se la dedicó a su madre que estaba en la platea. Lloraron hasta las plantas. No por el hermoso tema cantando hasta el hartazgo ni por el gesto con la madre que (junto a su padre) les había prestado un garage en Belgrano para empezar allá por el '67, ni por las luces apagadas, ni por lo que 40 años después aún eran capaces de transmitir Edelmiro Molinari, Emilio Del Güercio, Rodolfo García y Spinetta.
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No, llorábamos porque le estaba diciendo lo que cualquiera le hubiera querido decir a su madre en algún momento de la vida: "Mirá mamá, triunfé. Me quieren, me respetan y me admiran. Y jamás transé. Y te lo debo a vos. Valió la pena tenerme y criarme.
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No es el momento ni el lugar para hablar de Artaud (su poeta maldito francés preferido), probablemente el mejor disco en la historia del rock nacional. No es el momento ni el lugar para explayarnos sobre su enorme obra. Exquisito, original, riguroso, elegante. Se fue Luis Alberto Spinetta, el hombre que todos debiéramos ser, si no nos faltara el talento y el coraje que a él le brotaban de los poros. El mundo es, a partir de hoy, un lugar sensiblemente peor, lo que es mucho decir. Hasta luego Flaco, nos vemos. Buen viaje.
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Alejandro Greco
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