julio 26, 2014

VOLVERÍA AL PAÍS



LA FORMULA UNO PODRIA RETORNAR A BS AS


Desde el sitio TN.COM.AR el periodista EMILIANO ESPINOZA realizó una columna sobre la posible vuelta de LA FORMULA UNO A LA ARGENTINA que aquí transcribo para mis lectores:



Si se realiza una encuesta nacional, seguramente la mayoría de los argentinos querrán que la Fórmula 1 regrese al país, pero si uno aplica la razón, ¿debería volver la máxima? El rumor es cada vez más fuerte, y cuenta que hay un anteproyecto conjunto entre el Gobierno Nacional y el de la Ciudad para que en 2016 se corra otro gran premio.



¿De qué manera? Para empezar, se deberían invertir unos 15 millones de dólares para remodelar un autódromo casi abandonado (recuerden lo que pasó el domingo pasado con la clausura judicial y 20 mil personas afuera en la competencia de Súper TC2000). Además de este dinero, también habrá que abonar un canon anual de 30 millones de dólares solo por el derecho de tener la carrera en casa.




Bernie Ecclestone, a través de su empresa CVC Partners, maneja la Fórmula 1 como un negocio multimillonario pero muy cerrado. La dureza de Ecclestone para negociar hace parecer a los fondos buitre como nenes de pecho y esto se refleja en el contrato que los países organizadores deben aceptar antes de firmarlo.




Los derechos comerciales los maneja CVC Partners, los derechos de televisión también los regentea CVC Partners. Si el autódromo necesita ser reconstruido o directamente construir uno desde cero lo hará el estudio del arquitecto alemán Hermann Tilke. La única ganancia económica directa que le queda al organizador es la venta de entradas, además de la exposicion global y, por supuesto, la utilizacion política de semejante evento.




Ya tuvimos un blef cuando nuestra presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció en 2012 que la máxima categoría regresaba al país con un contrato de 3 años en un circuito urbano en Mar del Plata. "Mirá que si no sale te mato" amenazo Cristina al ministro de Turismo Enrique Meyer. El regreso nunca se concretó, pero gracias a Dios Meyer sigue vivito y coleando.




Soy fanático del automovilismo (es mi deporte preferido), pero mas allá de mi gusto personal y sin querer mandar un mensaje de moralidad, los recursos nacionales se tendrian que manejar con responsabilidad, porque la Fórmula 1 es velocidad, autos hermosos y glamour, pero también es déficit económico. Veremos qué ocurre.

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