julio 09, 2018

VIVIENDO RUSIA 2018

EL MUNDIAL DE LA CORDIALIDAD

EL DIARIO "LA NACIÓN" realizó un análisis del MUNDIAL DE RUSIA 2018, que aquí comparto con mis lectores:



Al Mundial le quedan aún siete días enteros de vida y los tres partidos más importantes, pero con 60 ya jugados hay base de sobra para sacar conclusiones. ¿La primera? Salvo que algo muy extraño suceda en estos días, Rusia 2018 será recordado como un Mundial de grandes partidos e importantes apariciones a nivel de selecciones y jugadores. Y hay otro dato clave, el de las hinchadas alegres y alejadas de la violencia. Estos son, según LA NACION, los diez datos positivos que dejó el Mundial hasta el momento:
1 - SIN VIOLENCIA, DENTRO Y FUERA DE LAS CANCHAS. Rusia logró la cuadratura del círculo, un sistema hipercontrolador, propio de regímenes autoritarios, que no generó resistencia, sino tranquilidad y clima de fiesta tanto en los estadios como en las ciudades sede. El Fan ID, una novedad absoluta en la historia de los grandes eventos deportivos que muy probablemente se convierta en estándar en próximos Mundiales y ocasiones similares, ofició de eficaz filtro previo. Los hinchas violentos se quedaron en sus casas, entre ellos los argentinos. Y los que visitaron Rusia se encontraron con servicio gratuito de trenes y unos voluntarios muy bien informados -muchísimo más que en el Mundial anterior- e irremediablemente amables y sonrientes.
2- LOS PROTAGONISTAS SE RESPETAN COMO NUNCA. Cuando el central que frena tus ataques es el padrino de tu hija de dos años, además de tu compañero de equipo, es sencillo que las cosas fluyan y el partido termine con abrazos aunque uno pierda y otro gane. Es el caso del uruguayo Diego Godín y de Antoine Griezmann. El primero es padrino de Mia, la hija de dos años del segundo. Pero al resto de los jugadores y entrenadores no los une esa relación, y así y todo, Rusia 2018 puede ir poniéndose la etiqueta del "Mundial de la cordialidad". Los ganadores consuelan a los perdedores y todo es muy civilizado y gentil. Hay una explicación: los jugadores se conocen cada vez más y mejor, buena parte de ellos juegan en el fútbol europeo y entrenan a diario juntos o se enfrentan con frecuencia. No es el caso del Maestro Tabárez y Didier Deschamps, protagonistas de una de las imágenes del torneo con su extenso, cordial y cómplice saludo tras la victoria francesa en cuartos de final. Podría quizás decirse algo similar de Cristiano Ronaldo ayudando a un lesionado Edinson Cavani a salir de la cancha, si no fuera porque el portugués tenía urgencia de que se reanudara un partido que su selección estaba perdiendo.

3 - HAY VIDA FUERA DE MESSI, CRISTIANO Y NEYMAR. En otras épocas, un Mundial que perdía a sus tres principales estrellas en octavos y cuartos de final hubiera adquirido un tono trágico. No es el caso en el de Rusia, que sustituyó a los tres grandes con refrescantes apariciones o confirmaciones como las de Kylian Mbappé, Antoine Griezmann, Romelu Lukaku, Eden Hazard, Harry Kane, Luka Modric, Ivan Rakitic o Denis Cheryshev, entre muchos otros.


4 - LOS ESTADIOS PUEDEN SER AÚN MEJORES DE LO QUE SE IMAGINA.La construcción de estadios es uno de los grandes negocios que generan los Mundiales. Corea del Sur y Sudáfrica, e incluso Brasil con el Mané Garrincha de Brasilia, tienen unos cuantos escenarios heredados de sus Mundiales y que habilitan la pregunta obvia: ¿tiene sentido construir escenarios condenados a ser elefantes blancos? Pregunta abierta en el caso de Rusia, que pondrá en marcha un sistema de control gubernamental en los próximos dos años para que los estadios no sean desaprovechados. Pero algo es innegable: los escenarios del Mundial de Rusia fueron notables, claramente superiores en accesos y comodidades a los de Brasil 2014 y Sudáfrica 2010. Íconos arquitectónicos, el césped lució siempre impecable y la experiencia para los espectadores fue mucho más allá del fútbol, con vistas espectaculares de las ciudades desde sus anillos interiores.

5 - EL VAR LLEGÓ PARA QUEDARSE. Cualquier innovación tecnológica en el deporte dispara en sus inicios la polémica, pero el VAR funcionó de manera aplastantemente eficaz. No todos los árbitros saben usarlo aún con la misma celeridad y autoridad, y trabajar con el VAR formará parte de un inminente nuevo aprendizaje por parte de ellos, pero la tecnología llegó para quedarse. El fútbol pierde atractivo sin el error, decía Joseph Blatter. A más tardar en este Mundial habrá comprobado que estaba equivocado.


6 - LA EUROPA MESTIZA TRIUNFA EN EL MUNDIAL. La inmigración es un asunto enormemente espinoso en el día a día de las sociedades europeas, pero el fútbol está demostrando cuánto le aporta a selecciones que antes eran blancas y hoy son mestizas, más talentosas, más exitosas. Se habla de Francia y Bélgica, pero los ejemplos son muchos más. Muchos de los padres de los jugadores que hoy brillan sufrieron lo indecible para llegar a Europa, armarse una vida y criar a sus hijos allí. Hoy ellos también sonríen, y no sólo por los goles que meten o evitan esos hijos y nietos.

7 - PLANIFICAR ES BUENO, AUNQUE SE PIERDA. Cuatro veces campeona y la selección más fuerte de la historia de los Mundiales junto con la de Brasil, Alemania se fue de Rusia a las primeras de cambio tras una inesperada derrota en el debut con México y una sonrojante caída ante una Corea del Sur que estaba eliminada. Una catástrofe, podría pensarse. Nada de eso: los jugadores se fueron sin hacer escándalo, felicitaron a los extasiados coreanos y la federación alemana cumplió con lo que había dicho apenas consumarse el adiós y mantuvo a Joachim Löw en el puesto de entrenador. Löw tuvo un plan junto a Jurgen Klinsmann en 2006 y desarrolló uno propio que lo llevó al título mundial en 2014. Planificar es bueno, incluso si de tanto en tanto se pierde.

8 - TRABAJAR ES BUENO, PORQUE PUEDE PERMITIRTE LLEGAR LEJOS: Dieciocho años atrás, Bélgica no pudo evitar el papelón en la Eurocopa que organizaba junto a Holanda. Fue incapaz de pasar la primera ronda, mientras su vecino, siempre un escalón por encima, cumplía un buen papel llegando a semifinales para caer con el campeón, Francia. La Bélgica elegante de México '86 estaba en un pozo, y decidió salir de él como se sale de los pozos, hacia arriba. La federación belga creó un sistema que apuntó a promover el fútbol juvenil y a generar un estilo propio que terminara cristalizando en la selección mayor. Si cuatro años atrás insinuó mucho ante la Argentina en los cuartos de final del Mundial, hoy es el equipo de moda, el que juega el fútbol más atractivo. Trabajar es bueno, porque puede permitirte llegar lejos.


9 - FUKUYAMA FALLARÍA TAMBIÉN CON EL FÚTBOL. Un cuarto de siglo atrás, el japonés Francis Fukuyama escribió "El último hombre y el fin de la historia". El profesor nipón creía que la caída del comunismo implicaba no sólo una victoria del capitalismo, sino un futuro aburrido y previsible. Algo así pudo pensarse en el fútbol en los años en que el Barcelona era la medida de todas las cosas y la posesión de la pelota se convirtió en dogma. Llegó a creerse que sólo existía una forma moralmente aceptable de jugar al fútbol. Rusia 2018 destruyó lo que quedaba de esa idea y ratificó lo que es quizás lo más maravilloso en el fútbol: hay muchas formas de jugar y de llegar al gol, y si no atentan contra la integridad física del rival, todas son válidas. También estéticas, ¿o no lo es un fulminante contraataque?

10 - PEKERMAN Y LOS HINCHAS, LO POSITIVO DE ARGENTINA. Se fue en octavos de final, al igual que Jorge Sampaoli, pero Colombia le dio un recibimiento multitudinario a José Pekerman, que en el Mundial mostró trabajo y emociones a flor de piel. ¿Algún buen dato de la Argentina que tan mal jugó? Sus hinchas. Salvo excepciones inevitables, mostraron una gran actitud, mucho más positiva y menos belicosa que en Sudáfrica y Brasil.


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