El sitio OFICIAL DE LA REVISTA CORSA, publico una NOTA que en su momento le hizo al piloto GABRIEL OSVALDO MASSEI relacionada con su estadía en MALVINAS.-
Aquí transcribo el recuerdo de los amigos de CORSA para mis lectores
“Jamás pensé que no iba a volver a mi casa. Morirme en las Malvinas no estaba en mis planes”. A Gabriel Osvaldo Massei, el exitoso piloto de Turismo Nacional y múltiple campeón de la desaparecida Fórmula 2 Nacional, no le tiembla la voz cuando habla de de la Guerra de Malvinas.
“A mí la guerra no me afectó. Estimo que en eso mucho tuvo que ver mi familia, que siempre estuvo cerca en todo momento. Pese a que ya pasó mucho tiempo de esto, los recuerdos parecen muy frescos. Supongo que debe ser porque hablé de este tema muchas veces. Y ojo que eso no me molesta para nada”, dice con tono firme Gabriel, en la intimidad de su motorhome.
Durante más de una hora, el cordobés repasó para CORSA cada uno de los hechos sucedidos en esa época tan importante en su vida. Desde que desembarcó en las islas -para su asombro- hasta el emotivo reencuentro con su padre luego de estar prisionero en un barco inglés. Seguro que para los seguidores del automovilismo, la historia de Massei no es nueva. De hecho, mientras el recuerdo de la guerra estuvo fresco, en las transmisiones radiales y televisivas de las competencias en las que participaba siempre se lo conoció como “el ex combatiente”.
Claro que el tiempo y su capacidad dentro de los monopostos -fue seis veces campeón- permitió que poco a poco se despegara de ese calificativo para pasar a trascender como un gran piloto.
Lo que pocos sabían es que Massei escribió un “Diario de guerra”, el cual fue editado por CORSA al conmemorarse los 25 años del conflicto. “No soy muy mediático, prefiero ser un hombre de perfil bajo. Por eso siempre me resistí a publicarlo, aunque a mi señora nunca le faltaron ganas. De tanto en tanto ella me sacaba el tema. Por eso cuando en CORSA me propusieron editarlo, se puso como loca y empezó a buscar material para que quedara lindo”.
Gabriel no recuerda exactamente cuánto tiempo tardaron en redactar el diario, pero sí sabe del valor que tiene por la frescura de sus vivencias. “Lo empecé a escribir apenas volví de la Guerra. Primero lo hice en un borrador, pero en realidad fue Patricia quien lo redactó. Lo hicimos juntos, pero ella unió todas esas experiencias para que tomaran forma”, destaca entusiasmado.
¿Y qué encontró la gente en aquella serie de fascículos? La particular visión de un joven que representa a toda una generación. “Ahí hay cosas que reflejan mi sentimiento en ese momento. Hasta hay detalles de hechos que hoy no recuerdo bien por el paso del tiempo. Es más, de tanto en tanto lo leo y me asombro por las cosas que me había olvidado”.
Y Massei, que tenía como jefe de regimiento a Mohamed Alí Seineldin, refuerza ese concepto: “En este diario no hay nada que me hayan contado, sino cosas que viví en carne propia. Como puede ser el trato que teníamos de parte de los suboficiales, que no fue bueno. Pero sí el de los oficiales, como Seineldin, por ejemplo... Claro que lo cuento desde el punto de vista de un chico de 18 años. Ahora, con el tiempo, comprendí cómo eran las cosas. Nosotros éramos jóvenes y por ahí no asimilábamos lo que estaba pasando, pero los suboficiales -que eran un poco más grandes que nosotros y en muchos casos casados y con hijos- nos tenían a cargo y eso demandaba un cierto grado de responsabilidad que tal vez repercutía en la relación que teníamos. Creo que ellos estaban más asustados y por eso el trato no era bueno”.
Después de tanto tiempo, una de las cosas que sorprende a Gabriel Massei es el desconocimiento que tienen los más jóvenes sobre las causas y consecuencias del conflicto. “Eso me parece mal. Hay pibes que ni siquiera saben qué son las Malvinas. Es verdad que, cuando yo fui a pelear, tampoco sabía mucho, porque nos decían que quedaba allá abajo y que estaba usurpadas por los ingleses. Pero después de esa guerra hubo un cambio histórico en el país y por eso merece estar bien fresca en la mente de todos los argentinos, más allá de si estuvo bien o mal intentar recuperarlas”.
Nota publicada en la edición Nº 1868 de la revista CORSA.
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