enero 17, 2018

EL ADIOS A UN GRANDE

ASI DESPIDIO "MARCA" AL PANADERO DIAZ

En las ùltimas horas falleciò el "PANADERO" DIAZ, asi reflejo su historia el sitio "MARCA";



Rubén Oswaldo Díaz fue santo y seña de Racing, la popular Academia, y Atlético. Panadero (la explicación de su apodo es tan sencilla como que su padre regentaba una panadería) derrochó coraje y corazón por el lateral izquierdo en ambos equipos y en un breve paso por San Lorenzo. Ese corazón que finalmente le ha traicionado bastante antes de lo previsto y sin previo aviso.

El fútbol quiso que Panadero se cruzara dos veces en el camino del Celtic. Sí, Panadero en el de los escoceses y no al revés. La primera de ellas en 1967, cuando Racing y Celtic se midieron en la final de la Copa Intercontinental. Tras sendas escaramuzas en Glasgow y Buenos Aires que finalizaron con victorias locales por la mínima, la batalla definitiva se libró en 'terreno neutral', el Centenario de Montevideo. Una batalla en toda regla, con cuatro expulsados escoceses y dos argentinos, uno de ellos el central Alfio Basile. La Academia de Pizzuti se llevó el título.No era un fino estilista, no vamos a engañarnos. Desde joven tuvo claro que la pelota podía pasar, otra cosa era el delantero rival. Eso, sin embargo, no le impidió protagonizar uno de los goles más recordados por los aficionados del Atlético.


Los rojiblancos dirigidos por Luis Aragonés conquistaron su octavo título de Liga en la temporada 1976/77. El 2 de enero, en la penúltima jornada de la primera vuelta, se disputó el derbi madrileño en el Calderón. El Atlético goleó al Madrid por 4-0. El segundo tanto fue obra de Panadero, con un lanzamiento de libre directo que hubiera firmado el mismísimo Leo Messi. El balón, tras superar la barrera, se coló por la escuadra izquierda de la meta de Miguel Ángel.


Siete años después la batalla de Montevideo se trasladó a Glasgow, con el propio Celtic y el Atlético como protagonistas en la famosa semifinal de la Copa de Europa. La prensa escocesa se encargó de preparar un 'cálido' recibimiento al lateral izquierdo rojiblanco, un viejo conocido. "Cuidado con el carnicero argentino", rezaba un titular. Panadero fue expulsado al comienzo de la segunda mitad tras propinar una patada a Johnstone. Sus duelos fueron memorables.

La historia del Atlético no se entendería sin ese grupo de jugadores sudamericanos, argentinos en su inmensa mayoría, que aterrizaron en el Calderón en los setenta y cuyas melenas al viento dieron lugar al nacimiento del calificativo de Indios para los seguidores rojiblancos. Hablamos de Ovejero, Ayala, Heredia, Becerra, el paraguayo Benegas y, naturalmente, Panadero.

En su última etapa ligada al fútbol Panadero Díaz fue la mano derecha de Coco Basile en Racing, Boca, Atlético, la selección argentina o América de México, entre otros. Para el recuerdo queda su cábala en Boca Juniors. Después de cada gol, Panadero, que siempre llevaba polvos de talco en uno de sus bolsillos, abrazaba a Basile y le manchaba la ropa con el talco de la buena suerte.

Genio y figura Rubén Panadero Díaz. Descanse en paz.

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