DARIO
DUBOIS UN LOCO LINDO (MARTES 03 DE JULIO 2018)
Quienes no
conocen el fútbol del ascenso, quizá nunca sintieron, ni conocieron la historia de un “LOCO LINDO” que dio el
fútbol: “DARIO DUBOIS”.
Quizá no se
destacaba por su destreza o técnica, pero si hay algo que lo hacia sobresalir
es que salía al campo de juego con la cara pintada al estilo de los guerreros,
al estilo del grupo KISS.
Así por
ejemplo lo reflejaba el sitio blog.20minutos.es:
Darío Dubois
nació en Argentina en 1970. Nunca fue un jugador de élite. Era central del
Midland, un equipo de la tercera categoría del fútbol argentino.
Darío tenía
otra pasión además del fútbol: el rock duro. Tenía una banda tributo a los
argentinos Vox Dei. Era, además, fan de los KISS. Un día, antes de un partido,
Dubois decidió saltar al terreno de juego de una manera diferente. Se pintó el
rostro.
El árbitro
no se lo impidió porque no estaba contra el reglamento. El jugador, como
homenaje a KISS y para amedrentar a sus rivales, empezó a hacerlo de manera
habitual, hasta que la federación argentina, la AFA, se enteró del asunto. Tras
16 partidos, prohibió formalmente a Dubois jugar con la cara pintada.
Una rotura
de ligamentos de la rodilla lo retiró del fútbol y empezó a trabajar de
arreglista de bandas de rock. Y como buen rockero, su vida acabó pronto: en
2008, en un atraco en su barrio en el que le robaron el móvil, la mochila y una
bicicleta, recibió dos balazos, uno en la pierna y otro en el estómago, que
causaron su muerte dos semanas después.
Acabó así
la vida del futbolista que jugaba con la cara pintada.
El sitio:
“NEXOGOL” lo reflejaba de la siguiente manera:
Dubois era
jugador de fútbol casi-amateur, de los que se juega por “el pancho y la coca”,
por lo que también trabajaba como operador de sonido y además era músico. Tuvo
3 bandas: una banda formada por jugadores de la D tributo a “Vox Dei”, otra
banda tributo a “Riff” y una de cumbia villera llamada “Corre Guachín”.
Más allá de
la variedad estilística de las propuestas musicales en las que participó, a
este aguerrido futbolista el género que le encantaba era el black metal.
Un día, en
un clásico entre Midland, su equipo, y Argentinos de Merlo, decidió pintarse la
cara con maquillaje blanco y negro para salir a jugar. En una entrevista radial
que le realizaron, así se refería a su llamativa decisión: “Esto me da polenta,
vos te pintas la cara y salís a guerrear. Sé que los rivales se van a asustar,
pero el reglamento no lo prohíbe. Yo escucho black metal, bien podrido, una
música que me parte la cabeza y tengo ganas de jugar así, como soy.”
La
increíble historia llegó hasta los diarios mas prestigiosos de nuestro país
donde le preguntaban como se definiría, a lo que él les contesto: Un payaso que
se pinta la cara, pero que se mata por la camiseta.”
Darío contó
que en esa época le solicitó las pinturas a un travesti con el que salía. En la
antesala de un match, debió pedirle permiso al árbitro del encuentro para usar
su vestuario, ya que era el único que tenía el necesario espejo para poder
pintarse correctamente. No era Gene Simmons quien surcaba la defensa de un
equipo de fútbol under con la 4 en la espalda, era Dubois.
Fueron 14
los encuentros en los que Darío salió a jugar con la cara pintada. Un día llegó
la amarga y represora prohibición: la AFA sacó una ley impidiendo jugar
partidos de fútbol con la cara pintada porque entendía que daba una mala imagen
al fútbol de la D.
Atrás de
este infrecuente jugador, había un futbolista capaz de tomar acciones risueñas
pero llenas de buenas y fuertes convicciones que no hicieron otra cosa que
engrandecer su figura.
Tres de sus
anécdotas:
-Un día
jugando para Victoriano Arenas, a él y sus compañeros los encaró el presidente
del club diciéndoles que había una plata para dejarse ganar. Darío Dubois le
escupió la cara y le dijo que prefería comer pasto.
-Jugando
para el club Lugano había una marca que prometía darles 40 pesos argentinos por
triunfo. El equipo de Dubois llevaba 3 victorias al hilo y la plata no
aparecía. “Resulta que el primer partido que ganamos no nos pagaron, entonces
decidí llevarme una cinta aisladora negra para taparme la publicidad de la
camiseta. Pero justo en ese partido me la olvidé. Entonces, como había llovido,
apenas salimos a la cancha hice como que me persignaba (todos los jugadores
hacen eso, pero yo no creo en ninguna religión), agarré barro y me tapé la
publicidad. La camiseta naranja quedó cubierta con barro. Me puteaban todos,
hasta mis compañeros, no entendían nada: el sponsor se cagaba de risa de
nosotros, no nos pagaban y yo con esa guita viajaba”.
-“Una vez
jugando para Midland enfrentábamos a Excursionistas. En la segunda falta que
hago el árbitro, Juan Carlos Moreno, me saca la segunda amarilla y cuando me saca
la roja se la caen 500 pesos del bolsillo, me zambullí al suelo, agarré la
guita y me fui corriendo. Me seguían todos: el árbitro, los jugadores, cuerpo
técnico, se armó un quilombo que ni te cuento. Adentro de la manga, rodeado, le
dije al juez: ‘Este es el premio que vos me sacas por echarme, hijo de puta’.
Al final se lo terminé devolviendo porque si no me daban veinte fechas“.
Darío
Dubois jugó en Yupanqui, Lugano, Deportivo Riestra, Laferrere, Cañuelas y
Victoriano Arenas, además del ya menciona Ferrocarril Midland.
En marzo de
2008 a la salida de un boliche lo asaltaron, le pegaron dos balazos y falleció.
Tenía 37 años. Lamentablemente así se fue Darío Dubois, el jugador que se pintó
la cara para jugar, él que embarró la publicidad que mancha la camiseta, el que
robó a los jueces, a los eternos ladrones.
DARIO
DUBOIS un loco lindo que quien lo conoció en persona o bien mediantes
diferentes lecturas jamás lo olvidara.
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