junio 12, 2012

TALLERES OTRA TEMPORADA MAS EN EL ARGENTINO "A"

UN GIGANTE DORMIDO


Otra vez se quedo a las puertas del ASCENSO, TALLERES DE CORDOBA no pudo volver tampoco este año al NACIONAL B, y deberá afrontar otra temporada mas en el ARGENTINO “A”:


El artículo que a continuación detallo lo escribió: HUGO GARCIA para el sitio 
MUNDOD.LAVOZ.COM.AR


Después de que el viento helado de la desaparición golpeó a sus puertas con el peso de la quiebra,Talleres aprendió que para seguir viviendo el día a día necesitaba ordenar sus cuentas, para poder ser saneado y, luego, concebir los resultados deportivos, como consecuencia directa de eso.


Al fin y al cabo, Belgrano lo entendió así y hoy vive sin pasivo y con sus objetivos deportivos cumplidos, más allá de los gustos futboleros. La política deportiva albiazul es la que aún no se ha subordinado al orden necesario. De los grandes fracasos administrativos de los conductores de turno, se aprendió; no así en la determinación de los criterios futboleros.


Talleres vivió del “ascenso o fracaso”, la frase que acuñó el inversionista Ernesto Salum y que resumía el pensamiento de varios de sus pares, que razonaron con la lógica del que aporta y quiere ver resultados ya. Algo propio del que no quiere la frustración, decepción, desengaño, la derrota, por caso, algunos sinónimos de la palabra fracaso.


También fueron palabras de jugadores que llegaron y hablaron del ascenso porque obligaba la historia de esos Talleres de oro.


Ahora mismo lo hicieron ante la proximidad de otra final supieron decir: “Si no ascendemos será un fracaso”.


Talleres concibió al Argentino A, “el infierno” para hinchas y dirigentes, como algo pasajero, según supo decir Roberto Saporiti que soñó con un club de copas, en 2012. ¿Se pueden prometer ascensos porque sí confiando en lo impredecible del fútbol?


En estas tres temporadas del Argen¬tino A, se armaron planteles liderados por estrellas o los supuestos mejores de la categoría, perdiéndose de vista que los planteles quedaban descompensados, pese a la gran inversión.


La diversidad de criterio fue tan variada como el perfil de los DT –y la relación de sus características–, pero el final fue el mismo durante tres temporadas: fuera de la chance de ascenso directo y hasta de promoción, y con un mix entre foráneos y los jugadores propios llamados de urgencia.


De los 14 jugadores promedio que llegaron por temporada, apenas Giordano, Crivelli, Aranda, Sáez y Riaño tuvieron una seria gravitación. Fue una cifra lapidaria, como las paradojas que se dieron. Llegaron goleadores, pero Saporiti, Arzubialde y hasta Sialle no tuvieron laterales.


En esta temporada, se fue Navarro, llegó Erroz el “5” de Bianco que fue al banco al segundo partido y tuvo que reinventar a Díaz; Sialle trajo a Ballestero como “2” y fue “5”.


Ni siquiera el Comité Asesor que comenzó el armado del plantel actual existe más porque duró un mes. Sialle y lo que viene. Amén de las carencias de los últimos tres planteles, de la falta de determinación de los jugadores y de los planes de juego de los DT en varias finales, se ve algo de luz.


Sialle llegó con la temporada en marcha, rearmó el equipo con muchos del club (hubo hasta seis titulares), lo clasificó, pero al final se quedó fuera de todo. Se busca la continuidad y se ges¬tiona el armado del equipo, ¿con base propia?


“Talleres es más grande afuera que adentro”, supo decir un antecesor de Sialle. Revertirlo llevará tiempo y obligará a aprender del fracaso. Es lo necesario para poder sostener un proyecto.

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