agosto 31, 2016

VIVITO Y COLEANDO

EDWARD MANUEL FORREST SIGUE CON VIDA

Hace un tiempo atras se dio a conocer de la muerte de EDWARD MANUEL FORREST, en mas hooy en una nota con el amigo ROBERTO BOVEE tambien nos contaba lo que habia sucedido hace casi dos años atràs, lo concreto es que FORREST quien estuvo en varios clùbes argentinos y tambien en PUERTO MADRYN esta vivo y en LOUISVILLE.



Pero vayamos por partes:

En el año 2013 el DIARIO JORNADA DE CHUBUT daba cuenta de la muerte de FORREST de la SIGUIENTE MANERA:


Después de luchar contra una cruel enfermedad, en Kentucky se produjo el deceso del ex basquetbolista estadounidense Manuel Forrest (49 años), de dilatada trayectoria en diferentes equipos nacionales.

Manuel llegó a la Argentina en 1985, tras pasar cuatro años en la universidad de Kentucky, para vincularse a Sporting (Punta Alta) que participaba de la Liga C.



Allí formó el dueto extranjero con su compatriota Barney Mines más los nacionales Marcelo Plá, Gabriel Cintioli y Roberto Capaccioni, entre otros, siendo orientado tácticamente por Adolfo Lista, hoy presidente histórico de la Asociación Bahiense.



Primeramente, Forrest pasó por Deportivo Madryn, luego se incorporó a Pacífico, debutando el 26 de marzo de 1988 ante River Plate (éxito 108-101).



Luego el moreno pasó por Olimpo, incorporándose en la liga corta de 1990 y haciendo su presentación el 12 de enero en la caída ante Gimnasia (Pergamino) por 88-81.



En el país también actuó en el Gimnasia pergaminense y Quilmes (Mar del Plata).



Forrest completó 6 temporadas ligueras y 142 partidos en los que totalizó 2.983 puntos, a razón de 21,00 por juego.
(Fuente: www.labrujula24.com)




ESTA VIVO:

Mientras que en ENERO DEL año pasado el sitio BASQUET PLUS daba a conocer lo siguiente:


En ocasiones hay giros drásticos en la vida y muchos son testigos de ello. Sin dudas la noticia dada hace casi dos años repercutió bastante en nuestro ambiente, significando el deceso de una de las estrellas que tuvo la Liga en sus inicios. No obstante, aquella noticia fue errónea y Manuel Forrest sigue con vida.


Icono de Pacífico, pero con paso en Argentina por seis años donde actuó en equipos como Olimpo, Quilmes de Mar del Plata, Gimnasia y Esgrima de Pergamino y demás, por estos lares a Forrest se lo creyó fallecido el pasado 10 de enero de 2013 a causa de una enfermedad con la que combatía. Todo cambió para sorpresa nuestra cuando se lo ha visto en entrevistas y notas dadas a medios estadounidenses y realizadas a mediados del 2014.



Sin dudas su historia es muy particular porque demuestra una constante lucha en la vida. A veces los giros son impredecibles y justamente eso pasó con él. De aquel Forrest que llegó a jugar con grandes como Michael Jordan, Patrick Ewing o Chris Mullin en el equipo All-American de McDonalds de 1981, pasó mucha agua bajo el puente y los cambios que se han producidos son demasiados.



“Cuando veo esa foto (la del All-American de McDonalds de 1981), a veces me pone triste el pensar las cosas que me podrían haber pasado a mí, o las cosas que me deberían haber pasado”, cuenta Forrest en diálogo con el portal WDRB.



Mientras algunos de sus compañeros de aquel equipo cuentan sus millones, Forrest cuenta los minutos que utiliza en el teléfono celular otorgado por el gobierno. Comienzos muy similares hace más de tres décadas, pero con actualidades totalmente distantes.



Forrest sabe tanto la alegría de ganar una beca en básquet para la Universidad de Louisville, como así también la angustia de perder varios empleos, incluyendo un trabajo como entrenador asistente de básquet en una escuela secundaria. Su situación empeoró en septiembre del 2013, cuando fue arrestado a causa de las drogas (portación de marihuana y cocaína), algo que luego lo llevó a querer acabar con su vida debido a la mala imagen que pensaba haber adquirido.



¿Qué es de la vida del nacido en Kentucky actualmente? Forrest decidió un tomar un camino esperanzador a pesar de los golpes que ha recibido, enfocándose en trabajar con adolescentes a los cuales trata de guiarlos, de ser su mentor, de escucharlos y de darles una palabra de apoyo si no encuentran su rumbo, algo que claramente a él le faltó de joven. Acude a una iglesia de Louisville, donde tiene un plato de comida por día.



Forrest conserva esos rasgos característicos de la vida de un jugador de básquet, con cicatrices que recorren sus piernas y producto de las constantes acciones de correr, saltar y girar. Mantiene su buen humor y su sonrisa, independientemente de cuanto quiera golpearlo la vida. Aunque sí hay algo que no tiene: dinero. Está agradecido con su hermana, Tammy, ya que ella le pagó el alquiler de su hogar los últimos cinco meses. Por otro lado, su familia y sus amigos lo han querido incentivar para que solicite cupones de alimentos, pero él se ha negado posiblemente por orgullo.



En Estados Unidos se preguntan por él y cómo fue que terminó con este presente, más sabiendo lo que podía haber sido. Algunos amigos y conocidos intervinieron al enterarse de su caso, le proporcionaron comida y dinero en efectivo, aunque Forrest siempre se mostró hermético a la ayuda externa y no es de contar sus problemas públicamente.



Así, con la vida que lleva siendo voluntario y acudiendo a la iglesia, aunque no puede encontrar un trabajo estable, Forrest acarrea sus 52 años en un momento duro. Asegura que no es adicto y la lucha, a su manera y ayudado por sus amigos que no lo dejan caer, y con el deseo y el mismo fervor de salir adelante por sus propios medios. "Asegúrate de que tú uses el baloncesto y de que el baloncesto no te use a tí", les cuenta a los jóvenes a quienes trata de orientar y guiar.

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