enero 11, 2017

PARA NO OLVIDARLO JAMAS

LA HISTORIA DEL MARACANA

Un estadio mìtico como "EL MARACANA" hoy se encuentra a la deriva, aquì su historia extrapida del sitio: IMAGINARIODERIODEJANEIRO.COM:


El fútbol es una parte fundamental de la identidad y de la cultura carioca, y esto se hace palpable cuando se conoce el estadio Maracaná de Río de Janeiro. Conocido no sólo en Brasil sino a nivel internacional como el Templo del Fútbol, el Maracaná es el mayor estadio del país y durante años ostentó el título de ser el más grande del mundo.
Jugar en el Maracaná y por supuesto ganar en él, ha sido siempre uno de los grandes sueños de todo futbolista profesional. El ambiente que se vive en este estadio, es difícilmente superado por ningún otro en el mundo. Por su césped han desfilado las más destacadas estrellas del fútbol mundial como Pelé, Ronaldo y Maradona, pero también ha sido escenario de multitudinarios eventos artísticos como los conciertos de Paul McCartney, Frank Sinatra, Madonna, The Rolling Stone o el brasileño Roberto Carlos, entre otros.

Historia del Maracaná

Oficialmente llamado Estadio Mário Filho, este icónico estadio fue inaugurado el 16 de junio de 1950 para acoger el Mundial de Fútbol que se realizó en Brasil ese mismo año, con el nombre de Estadio Municipal de Maracaná. Años más tarde, en 1964 se le cambió el nombre por el de Estadio Mário Filho en honor al fundador del diario Jornal dos Sports, pero a pesar de los años, el estadio sigue siendo conocido simplemente como el Estadio Maracaná.

Durante más de cuarenta años, el Maracaná tuvo una capacidad máxima de hasta casi 200.000 personas (muchas de las cuales estaban de pie), lo que fue todo un record pero representaba un peligro. El 12 de julio de 1992, durante un partido del campeonato de Brasil, entre dos equipos de fútbol de Río de Janeiro, el Flamengo y el Botafogo, ocurrió un grave accidente, se desplomó parte de las gradas haciendo que más de medio centenar de personas cayeran al vacío y ocasionando la muerte de 3 de los espectadores. Debido a este fatal suceso, el Estadio Maracaná fue remodelado para acoger un máximo de 130.000 personas.

Aún así, esta capacidad continuaba siendo demasiado alta y posteriores reformas, la mayor de las cuales se hizo para cumplir con los requisitos exigidos por la FIFA de cara a la organización del Mundial de Fútbol de 2014, la fueron disminuyendo paulatinamente, para garantizar la seguridad del público. En la actualidad el Templo del Fútbol puede albergar hasta 78.838, en unas instalaciones mucho más cómodas y modernas.

El complejo deportivo del Estadio Maracaná incluye además otras instalaciones como un parque acuático con piscinas olímpicas, pistas de atletismo y el conocido como el Maracanãzinho, un estadio más pequeño y cubierto donde se juegan partidos de vóley, baloncesto y fútbol sala.

Tour Maracaná

Se conoce con el nombre de Tour Maracaná a la visita guiada que se hace en las instalaciones del estadio. Durante ella se puede conocer varias de las áreas más importantes del renovado Maracaná. La visita se inicia en la zona de prensa y continúa en el palco de autoridades, también se pueden ver los palcos privados más caros con capacidad para entre 5 y 44 personas, en cuyos precios está incluido el servicio de menú buffet.

Además se pueden conocer los vestuarios y sentirse un poco estrella del fútbol al salir al terreno de juego a través del túnel. En el hall de la entrada hay un homenaje a quienes se considera dos de los mejores futbolistas de la historia del fútbol brasileño: un busto y las huellas de los pies de Garrincha, de quien se dice que llegó a ser uno de los más grandes, y las huellas de los pies de Pelé junto con la pelota con la que marcó su gol número mil. A un lado de este mismo hall hay una pequeña tienda de recuerdos y una cafetería.

Las instalaciones actuales del Estadio Maracaná son modernas, mucho más cómodas y seguras, por lo que fue el estadio elegido para acoger la final del Mundial del Fútbol de 2014 así como las ceremonias inaugurales y de clausura de las Olimpiadas de Río de Janeiro 2016.

En cualquier caso, sin importar qué equipos se enfrenten en la cancha, presenciar un partido de fútbol en el Estadio Maracaná es una experiencia única, siempre llena de música y colorido. Es aquí, como en el Museo del Fútbol, donde se puede llegar a  comprender la magnitud del amor que los brasileños sienten por este deporte, capaz de detener al país cuando la que juega es la selección nacional. No falta en ningún encuentro el baile, el samba y los gritos que se vuelven ensordecedores cada vez que hay que celebrar un gol. Una alegría de la que es imposible no contagiarse.

El Maracanazo, una historia para olvidar

En 1950, durante el Mundial de Brasil, el Estadio Maracaná alojó el partido de la gran final entre Brasil y Uruguay. La expectativa era máxima y más de 170.000 aficionados abarrotaban las instalaciones para animar a su selección en un torneo en el que parecía imbatible.
El partido parecía terminar en un empate 1-1 cuando a sólo 11 minutos del final la selección Uruguaya anotó el gol que le daría la Copa del Mundo. La multitud quedó desolada y en ese momento se acuñó el término “Maracanazo”, para referirse a la terrible derrota que sufrió la selección brasileña en su gran Templo del Fútbol.








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