abril 30, 2014

HISTORIAS DEL DEPORTE QUE MERECEN SER CONTADAS



LA PROTAGONISTA DE HOY : “LA RAULITO”

En esta Seccion denominada “UNA CARICIA AL ALMA” nada mejor que recordar a uno de los grandes personajes del fútbol : “LA RAULITO”.-



Todos los datos pertenecen al sitio TARINGA :

"La Raulito", o María Esther Duffau, su nombre real e hincha número uno de Boca Juniors nació el 26 de julio del 1933 en el barrio pobre y porteño de Villa Urquiza.
 

Fue una niña de la calle; Buenos Aires fue su escuela. Su padre era alcohólico y la abandonó a los 6 años en un reformatorio. Su madre tuberculosa.


 

"La Raulito" adopta la identidad de un varón. Empezó a raparse el pelo y a vestirse de varón para que la molestaran menos. Así, las autoridades no la encontrarían tan fácilmente cada vez que se fugaba de esos institutos correccionales donde ella, aparentando ser él, empezó a cumplir años para defenderse mejor en la dura vida de la calle. De haí el popular apodo.


 

Pasó su adolescencia en un reformatorio para delicuentes juveniles, alternando con la cárcel y un hospital neuropsiquiátrico , del que huyó para trabajar como vendedora de diarios en una terminal de ferrocacarril de Buenos Aires. Esta etapa es relatada en un film.


 

"La Raulito" jugaba bien al fútbol y siempre con varones que desconocían su condición de mujer. Hasta llegó a probarse en la cantera de Boca y unos empresarios italianos la quisieron llevar a Europa. Tomaba cerveza, fumaba y hablaba con un lenguaje bien varonil.


 

Cuando no estaba en el club, se ganaba la vida como lustrabotas, changarín (trabajos ocasionales) y canillita (repartidor de diarios y revistas). Luego de estar 30 años en el hospital Moyano, el gobierno nacional se apiadó y le asignó un geriátrico en 1993.


 

Con el pelo siempre corto y pintado de amarillo, tenía las puertas abiertas para ir y venir a La Bombonera. Susana Giménez le había regalado un televisor para que mirara a Boca cuando, por cuestiones de salud, no pudiera ir a la cancha. 



 

Su vida fue llevada al cine en 1975, interpretada por la cantante y actriz, Marilina Ross, en una película que lleva su nombre, dirigida por el chileno Lautaro Murúa, con guión de Juan Carlos Gené y Martha Mercader. Esta película se estrenó el 10 de julio de aquel año y obtuvo varios premios. 



Entre ellos, mejor director y mejor actriz en el del festival internacional de Paraná; mejor actriz en el festival internacional de Cartagena Colombia; premio Ace la película por la Asociación de cronistas de espectáculos de New York; y por último, el premio Fotogramas de Plata a la mejor interprete extranjera.


 

Aunque su participación cinematográfica había empezado mucho antes, cuando en 1948 actuó como extra en la película "Pelota de trapo". Luego, en el 2006, se realizó el documental "Golpes Bajos", de Emiliano Serra, que muestra a la emblemática hincha de Boca.


 

Al momento de morir, "La Raulito" vivía en un asilo del ex hospital Rawson (geriátrico municipal ), internada por el Pami. Era medicada para que no se volviera agresiva, pero sí la autorizaban a ir a la cancha a ver a su equipo de sus amores. En el asilo estuvo más de una década y era visitada muchas veces por el plantel de Boca. Para los boquenses es un ícono del "hinchismo", como "La Gorda Matosas" para River Plate o Tita Matiussi para Racing Club.


 

En diciembre del 2006, recibió de unos de los grandes ídolos de Boca, el mellizo Guillermo Barros Schelotto, y de Rodrigo Palacio, una escritura de donación de una parcela en el cementerio temático de Boca Juniors Parque Iraola en la localidad Hudson, en el kilómetro 33, a la altura del club de campo Abril, en las cercanías de la ciudad de La Plata, un lugar exclusivo para fanáticos de Boca que quieren llevar los colores hasta la eternidad. Esto sucedió durante una breve ceremonia realizada en el complejo Casa Amarilla, cuando el entrenador de Boca Juniors era Ricardo La Volpe. "La Raulito" recibió la donación en una silla de ruedas , pero envuelta con la bandera del equipo exneize.


 

Murió el 30 de abril de 2008, a los 74 años, a causa de una descompensación generalizada. Su estado de salud comenzó a complicarse el 22 de diciembre del 2007, tras ser internada en el hospital Argerich después de una caída que le produjo la rotura de la cadera. 



Su cuerpo fue velado en el hall central del estadio Alberto J. Armando ( La Bombonera ). Al cuerpo se lo rodeó con ofrendas floreales de dirigentes, agrupaciones y jugadores del club. Durante el partido celebrado entre Boca Juniors y Cruzeiro Esporte Clube, ese mismo día , los jugadores guardaron un minuto de silencio por su fallecimiento.


 

Una de sus frase célebres es: “Nadie me hizo de Boca, yo solita ya sabía que esos colores me iban a dar muchísimas alegrías”. Sin embargo, hubo un intento frustado por ser hincha de Argentinos Juniors, que al final no se concretó. “Por suerte no me equivoqué" diría años después . 



Uno de los últimos comentarios que hizo en el hospital Argerich donde pasó sus últimos días fue: "Me gustaría dar otra vuelta olímpica, aunque sea en silla de rudas, Boca es mi vida". Otro: "Me hubiera gustado ser macho y jugar en la primera de Boca como Diego Maradona", es la frase más recordada de La Raulito.

 

Precisamente el apelativo masculinizado obedeció a su pariencia, casi un mecanisno de defensa para enfrentar la vida como mujer en las calles y los reformatorios que la albergaron. Siempre dijo que pateaba bien con las dos piernas y que era una buena cabeceadora.

 

"La Raulito" tenía libre acceso a los entrenamientos y a los asados de la plantilla, y los jugadores de todas las épocas le entregaban camisetas autografiadas. La última vez que nesecitó sangre exigió que los donantes fueran boquenses.

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