enero 01, 2012

EN EL RECUERDO

LA HISTORIA DE JORGE MARTINEZ BOERO


ASI RECUERDA EL DIARIO CLARIN A JORGE MARTINEZ BOERO EL PILOTO ARGENTINO FALLECIDO HOY EN EL INICIO DEL DAKAR 2012
Difícil era imaginar un final así para Jorge Martínez Boero. Pero el apellido, parte de la historia del automovilismo nacional, lo llevó a acelerar a fondo en cada tramo de su vida y no iba a ser menos en el Dakar 2012. Así también se terminó de un momento al otro, arriba de una moto, disfrutando de una de las pasiones que tenía este hombre solidario, padre de una niña.


El Guachito, hijo del famoso Gaucho Martínez Boero, un referente y campeón del Turismo Carretera en 1982, había llegado al Dakar con el objetivo de aguantar y alcanzar la meta, que el año pasado le había quedado lejos al abandonar en la sexta etapa tras quedar colgando de un precipicio en Chile. Tenía 38 años cuando esta tarde se accidentó en el especial entre Necochea y Energía.


Junto a Pablo Copetti (cuatriciclos), el oriundo de Bolívar formaba parte de un proyecto solidario. El viernes, había recibido a los chicos y madres de Aldeas SOS – Mar del Plata, en una primera etapa del Dakar Inclusivo y este domingo tenia una cita con los niños del Desayunador Comunitario de Villa Germinal, en Santa Rosa, lugar donde descansa la carrera tras su primera etapa.


Fanático de los deportes, Jorgito, como también se lo conocía, había participado en junio de una experiencia junto a Clarín.com al volante de una de las lanchas de competición de la F1 Power Boat, la más importante de la motonáutica argentina. En una fría mañana, Martínez Boero había manejado su auto desde Belgrano hasta el Delta del Tigre. Allí, sobre las aguas del río Luján, había acelerado a fondo la máquina del campeón Gustavo Ramírez. Rápido quedaron a la vista sus aptitudes y su pasión para acelerar un "vehículo" sobre una superficie que no dominaba. También, durante ese día, saltaron a la vista sus sueños de revancha para el Dakar 2012.


Tuvo problemas para llegar en condiciones a la carrera. Perdió el apoyo de Beta, la marca con la que corría y hasta se la había roto el camión a poco del comienzo del Rally. Pero juntó fuerzas, se unió a dos amigos e igualmente decidió correr la que sería la última carrera de su vida. "Felicidades a todos. Gracias por los mensajes. Voy a dar todo, lo que no mata, fortalece", había twiteado horas antes de largar.

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