abril 17, 2017

ASI NACIO EL PRIMER CAPITULO DE LA TRAGEDIA

SUCEDIO EN EL AÑO 2012

Este es el informe del sitio MUNDOD, recordando lo que sucedió en el año 2012 que aquì transcribo para mis lectores:



Un grupo de vecinos intentó quemar las casas de los familiares de dos jóvenes que supuestamente corrieron una picada y mataron a dos motociclistas. Hubo enfrentamientos con efectivos de la Guardia de Infantería. Hoy habrá negociaciones para destrabar el conflicto. 

Anoche no reinaba precisamente la tranquilidad en Ciudad Ampliación Ferreyra, luego de que por segunda jornada consecutiva unos 30 jóvenes intentaron hacer justicia por mano propia para cobrarse la muerte de dos adolescentes atropellados por un par de automovilistas que presuntamente corrían una picada.



Sin mayores rodeos, lo que pretendían los revoltosos era quemar la vivienda de la familia de uno de los conductores de los vehículos y, eventualmente, la del otro. En ese afán, chocaron con la Policía durante toda la tarde y hasta entrada la noche, lanzándole piedras, bombas y hasta algunos cócteles molotov, y recibieron como respuesta balas de goma antitumulto.




También trataron de ganar el predio que rodea la comisaría de este barrio-ciudad ubicado al sudeste de la capital cordobesa. Resentidos con los uniformados por la situación que vive el barrio, intentaron “quemar” la comisaría, según gritaban en sus arengas. A la siesta, fue necesaria la presencia del grupo comando Eter, que logró conjurar esa situación. Pero después continuó el enfrentamiento casi permanente entre los miembros de la Guardia de Infantería, la Brigada de Canes y otras fuerzas especiales de la Policía, que para mantener a raya a los apedreadores lanzaban los perdigones de goma.




Los uniformados se parapetaron entre la calle que ingresa a la comisaría y la Escuela Paulino Francés, pero algunos no consiguieron salir ilesos. Las hondas que usaban algunos de ellos eran lo más temido por los policías que registraron cinco lesionados.



Derivación impensada. La revuelta barrial es una tan inesperada como desmedida derivación de la tragedia vial ocurrida a la 1 del domingo pasado. Dos chicos, de sólo 14 y 15 años, se conducían en una moto por una avenida del barrio y fueron arrollados por dos vehículos que iban a altísima velocidad, presumiblemente corriendo una picada. Víctimas de una violentísima colisión, Enrique Díaz (15) falleció en el lugar, mientras que Agustín “Didi” Balbo (14) murió en el hospital.



Uno de los vehículos, un Gol rojo, quedó en el lugar, junto con su conductor Oscar Eduardo Gómez (31), mientras que el Golf verde huyó pero luego fue ubicado en Ferreyra. Quien lo manejaba, Javier Alejandro Navarro (30), fue detenido junto con Gómez.


Horas más tarde, el Golf fue incendiado por revoltosos del barrio. Esa tarde, indignados por la situación, varios vecinos la emprendieron contra una de las casas de los familiares de los automovilistas. Fueron frenados por la Policía.



Ayer, luego del sepelio de uno de los chicos, varios jóvenes volvieron al barrio al mediodía y pretendieron cobrarse la vida de los chicos, muy queridos en el barrio. Así comenzó la refriega que se prolongó hasta caer la noche y cuando comenzó a llover copiosamente.



Las calles del barrio-ciudad quedaron sembradas de cascotes y piedras, y era difícil transitar sin ser alcanzado por esos peligrosos proyectiles.



Como contrapunto, la Policía respondía con las escopetas cargadas con balas de goma.


El asedio prometía prolongarse durante toda la noche y, pese al esfuerzo de algunos vecinos y de los jefes policiales, no se vislumbraba alguna solución.



Negociación. Si anoche eran pocas las esperanzas de que los chicos –cuya edad promedio no supera los 20 años– abandonaran su beligerancia, al menos una reunión al caer la tarde planteó para hoy una vía de solución.



A hablar con el comisario mayor César Almada, se acercó un grupo de vecinos. De ese intercambio de ideas quedaron plasmadas algunas verdades, como que muchos vecinos desconocen que los supuestos responsables de la tragedia ya están detenidos, imputados de homicidio culposo por el fiscal Víctor Chiapero.



También quedó en evidencia que la justicia que buscan los revoltosos es “quemar la casa” de uno de los conductores, aunque luego se pulió esa idea y se pidió “que se vayan del barrio”.



Tal vez esto, la reubicación de la familia que muchos repudian, se plantee en la reunión que hoy a las 19 se haga en el barrio junto con funcionarios provinciales y municipales.

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